Reseña: Camino Real, de Pepo Sánchez

Camino Real, de Pepo Sánchez

Editorial: Editorial Sol de Sol

ISBN: 978-84-948903-6-9

Formato: Tapa blanda con solapas

Publicación: enero 2019

Páginas: 222

Precio: 12 €

La placidez de la aldea asturiana de Ereba se vio interrumpida por el hallazgo de varios cadáveres en el Camino Real. Los vecinos relacionan este lugar con la leyenda de una misteriosa mujer que los lleva asustando desde hace años.

La desaparición de un niño en ese mismo lugar, lleva al detective Diego Domínguez, con una fobia muy particular, a investigar el caso. Junto a una camarera y una asistenta alcohólica descubrirán toda la verdad sobre las leyendas de ese camino.

Camino Real se convierte en la primera parte, autoconclusiva, de lo que será una tetralogía en torno a las investigaciones, paranormales y misteriosas, de nuestro detective.

VALORACIÓN: 3,5/5

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Diego Domínguez va a ser el protagonista de esta historia. Este es un detective que tiene una gran fobia: en momentos de estrés o de tensión se queda totalmente paralizado. Esto hace que tenga que dejar el cuerpo de policía y se convierte en detective privado. Su gran éxito resolviendo casos hace que sea contratado por una familia muy importante de Ereba. Diego es un personaje listo y con gran valor en realidad, pese a que no sepa manejar en muchas ocasiones la situación.

Junto a Diego van a ir desfilando otra serie de personajes, algunos más importantes y otros menos. Comencemos con Eva Palacios. Eva es la directora de un colegio, hija del alcalde de Ereba y la madre de Durán, un chico que ha desaparecido en el Camino Real. Es una mujer bastante fría y muy sospechosa, pues a pesar de haber perdido a su hijo no muestra los sentimientos que debería tener. Eva esconde muchos secretos, algunos muy oscuros. Vamos a conocer a Fernando Ruiz, el fiel excompañero del cuerpo de policía de Diego. Fernando tiene un matrimonio infeliz y es algo excéntrico en sus investigaciones. Va a tener que trabajar codo con codo con Diego para resolver un trágico caso. Por último, tendremos a Elena, una joven y guapa camarera que será la mano derecha de Diego, y Rosalía, una mujer borracha, malhumorada y maleducada pero también fundamental para la investigación.

La trama de este libro se divide en dos líneas temporales. Por un lado, estamos ante un juicio en nuestro tiempo actual. Diego es interrogado para esclarecer la culpabilidad del presunto asesino en serie de Ereba. Ahí sabemos que incluso el propio Diego estuvo apunto de morir. Por el otro, el mismo Diego nos va relatando en pasado los acontecimientos. Todo comienza cuando Eva Palacios contrata a Diego para que encuentre a su hijo pequeño desaparecido en el Camino Real. El detective acude hasta Ereba y comienza su investigación, pero poco después van apareciendo cuerpos muertos en dicho Camino. Muertes que con toda probabilidad tienen relación con la desaparición del niño, incluso el detective padece varios intentos de asesinato. Poco a poco, y ante tantas cosas inexplicable, Diego se va a adentrar en un mundo fantástico pero real, lleno de criaturas de la mitología asturiana que existen.

Sánchez introduce en una típica historia policíaca una vertiente mitológica y de leyendas de la zona asturiana. De sobra es conocido que Asturias posee una mitología muy rica en leyendas y criaturas y Sánchez escoge dos de estas para introducirlas en su relato. Este toque hace de esta historia policíaca un relato con personalidad propia, pues rompe con el molde. ¿Qué criaturas aparecen? Las xanas, mujeres parecidas a las hadas de los bosques o a las ninfas, y los cuélebres, unas serpientes aladas. La única pega que le pondría a esto es en el tratamiento. Si bien, la introducción de la mitología encaja muy bien con la ambientación, el autor ha cogido gran velocidad en la narración que hace que sea todo poco creíble. Es decir, los personajes, que viven en un mundo normal, descubren la existencia de personajes mitológicos reales que viven en nuestro mundo y no les extraña, lo consideran normal. Y esto es lo que menos creíble me ha parecido.

Por último, la edición del libro. La portada muestra tres elementos súper importantes en la historia: un cuélebre, el bosque del Camino Real y una corona de flores que encuentran en las cabezas de los fallecidos. El interior también está muy bien cuidado y me gustaría destacar una cosa que me ha encantado. Antes comenté que hay dos líneas temporales. Pues bien, el presente, el juicio, está en letra blanca sobre fondo negro, lo que da más visualización, belleza al libro y lo separa de la línea principal, la pasada, los hechos acontecidos.

En conclusión, Camino Real es una novela policíaca con toques de novela negra y una trama de fantasía donde se unen seres mitológicos y leyendas asturianas.  Esto le da un toque original y distinto al género policíaco. Si bien hay que darle un nuevo repaso a la escritura, el libro tiene una lectura muy rápida y fluida, con un protagonista firme. Una edición muy bonita y bien cuidada.