Reseña: El único hombre vivo, de Mario Gómez Giménez

El único hombre vivo, de Mario Gómez Giménez

Editorial: Universo de Letras

Fecha de publicación: 2019

ISBN: 9788417926281

Páginas: 424

Precio: 22,00 €

El día 28 de junio de 2019 el Hospital Clinic registra el ingreso de varios pacientes por una extraña enfermedad que parece ser la causante de varios altercados en las tranquilas calles de Barcelona. Tan solo doce horas después, el Govern de Catalunya sitia la ciudad siguiendo un misterioso protocolo de cuarentena. Reina el caos y el terror cuando la enfermedad se desata sin control por la ciudad, causando miles de muertes por enfrentamientos contra los infectados.

Alex Torrent, un joven policía de los Mossos d’Esquadra, luchará para sobrevivir en una ciudad conquistada por la supuesta enfermedad. Mientras, fuera de Barcelona, Eva Llull y su equipo de investigación periodística, tratarán de investigar la causa de los hechos, la desinformación de los medios de comunicación y las extrañas maniobras de los gobiernos detrás de esta trama para esclarecer la verdad.

VALORACIÓN: 4/5

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En esta historia de zombis tienen protagonismo principalmente dos personajes. Por un lado, tenemos a Alex Torrent dentro de la ciudad de Barcelona. Alex es agente de los Mossos d'Esquadra con una mente fría y calculadora y muy intrépido que poco a poco va creciendo. Es un personaje que va teniendo una evolución, pasando de ser un protector del pueblo por su trabajo de policía a convertirse en un superviviente. Alex estará acompañado por otros trabajadores y compañeros de su comisaría: Xavier, Sandra, Miriam, etc.

El protagonismo está compartido por Eva Llull, desde fuera de Barcelona. Es una joven periodista del canal TV3, una persona responsable y trabajadora. Además es muy intrépida y no dudará en jugarse la vida a cambio de obtener información e investigar qué está pasando realmente. Su equipo estará conformado por otras personas, destacando Kube, el hacker, Carles o Miquel.

La trama de esta novela se va a dividir en dos escenarios. Por un lado, nos encontramos en Barcelona y lo que parece ser una noche normal y corriente de verano se va a ir convirtiendo en una verdadera batalla campal. Todo comienza cuando Alex y su compañera van recibiendo llamadas de altercados, a cual más siniestro e inquietante, hasta el punto de que se van extendiendo por toda la ciudad. Estas llamadas hablan de personas violentas que agreden a otras con mordiscos. Parece un nuevo tipo de drogas o enfermedad. Estos enfermos se van multiplicando, pasándose lo que quiera que tienen de unos a otros, hasta que Alex y su equipo se ven encerrados en su propia comisaría, pues ya no pueden vencer ni parar a estos enfermos. Desde ahí, bajo una ciudad sitiada y sin recibir ayuda del exterior, comenzará una carrera alocada por la supervivencia de uno mismo.

Por otra parte, nos trasladamos a las afueras de Barcelona. Allí Eva es testigo de cómo unos helicópteros van formando un muro infranqueable alrededor de toda la ciudad condal. Al mismo tiempo, todos los vídeos y fotos de los altercados que se habían subido durante la noche a las redes sociales se están borrando. Alguien quiere tapar la verdad. Si esto es sospechoso, lo es más aún cuando el ejército alemán toma los periódicos principales del país, obligando a los redactores a publicar noticias falsas, como un duro brote de ébola. De hecho, el autor nos va dando fragmentos de estas noticias. Eva y su equipo comienzan a investigar, pero el gobierno les quiere dar caza y callarles para siempre.

Es una trama que por un lado trata sobre la supervivencia, el miedo, la angustia y la incertidumbre. De cómo un reducido grupo puede aguantar y salir con vida a una horda enorme de zombis con pocas armas en una ciudad sitiada y tomada por estos infectados. Pero también es una trama llena de conspiraciones gubernamentales, de mentiras y de política. Otro de los puntos fuertes del libro es que el autor nos presenta las dos visiones de los acontecimientos: la de las personas dentro de Barcelona y las del exterior.

El libro está muy bien escrito, aunque hay algunas cosillas que con una revisión pueden mejorar. El autor emplea un lenguaje ágil y coloquial, dando cercanía al lector (nosotros podemos ser otro de los supervivientes y de los periodistas). Gómez Giménez ha sabido transmitir muy bien dos sentimientos principalmente. En primer lugar, la incertidumbre. Aunque el lector se va a percatar desde el primer capítulo que se trata de una historia de zombis, los personajes no saben qué está ocurriendo realmente. Y esa misma incertidumbre la transmiten al lector. Por otro lado, la angustia, especialmente en las escenas de más tensión o en las pequeñas batallas contra los infectados. Es, por otra parte, un libro muy rápido de leer, además los capítulos son muy breves, y que atrapa de principio a fin.

En conclusión, una historia que enlaza una trama de zombis y de supervivencia con otra de investigaciones periodísticas, de conspiraciones gubernamentales y de política. Un libro con unos personajes muy bien conseguidos y con una evolución, una buena ambientación y muy rápido de leer y que atrapará al lector de principio a fin. Y pese a que el lector sabe qué está pasando, se va a llenar de una gran incertidumbre y desesperación. Deseando leer la segunda parte.