Reseña: El pequeño Drácula, de Lucy Rowland y Ben Mantle

El pequeño Drácula, de Lucy Rowland y Ben Mantle

Editorial: Picarona
Traductor: David Aliaga

Fecha de publicación: Noviembre de 2019
Formato: Cartoné

ISBN: 978-84-9145-301-7

Páginas: 32

Precio: 12,00 €
Primeras páginas

El señor y la señora Drácula viven en una casa lóbrega y siniestra, con cocodrilos en el jardín y fantasmas recorriendo los pasillos. Su vida no podía ser más feliz… O eso creían, porque acaban de recibir una noticia estupenda, ¡van a ser papás! Sin embargo, muy pronto descubrirán que el pequeño Drácula no es como ellos esperaban que fuese. No les da mordisquitos y se pasa el día sonriendo; en lugar de vestir de negro, prefiere los colores brillantes y la ropa con purpurina…

Lucy Rowland y Ben Mantle nos traen una simpática historia de vampiros que reivindica el valor de la amistad y de los lazos familiares, y nos enseña que debemos ser la persona que deseamos ser.

VALORACIÓN: 5/5

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Esta historia habla del pequeño Drácula, un niño vampiro hijo del mismísimo Drácula, el terror de la noche, el vampiro que más miedo da. Pero el pequeño es algo atípico, pues en lugar de asustar prefiere jugar, en lugar de vestir de negro, prefiere los colores llamativos y en lugar de la oscuridad, prefiere el sol. El pequeño Drácula no quiere asustar a los otros niños, sino jugar con ellos y rebuscar en sus armarios para probarse ropas de colores. Y esto al principio no lo admitían sus padres. ¿Qué pasará con el pequeño Drácula? ¿Será aceptado por sus padres?

Esta historia es completamente maravillosa y todo un gustazo leerla, no solo por las ilustraciones (de las que hablaremos luego), sino también por la narración, la historia y el mensaje que da. Es una historia muy extrañable y súper tierna, con escenas tan cuquis como el pequeño Drácula jugando al té con sus peluches o la infinidad de dibujos que hace.

La narración se basa en frases cortas y con rimas, dándole mucha musicalidad a la lectura, sonoridad y una gran belleza. Además, como ya es costumbre en las ediciones de la editorial, la letra es muy apta para esos primeros lectores de la casa.

Es una historia muy chula, preciosa, divertida, muy tierna y dulce y que esconde un mensaje súper importante: aceptar las diferencias. El pequeño Drácula no es como sus padres, es totalmente diferente y al principio esas costumbres son rechazadas por sus padres. Ellos quieren que su hijo sea "normal" (dentro de su visión), pero descubren que eso hace infeliz al pequeño y acaban aceptándole tal y como es. Esto se puede extrapolar con la diversidad en todos sus aspectos. Hay que aceptar a los niños tal y como son y no "educarles" o "inculcarles" lo que socialmente está aceptado "por miedo a". Al revés, hacer ver que eso entra dentro de la normalidad. Hay que ser uno mismo. Por último, también habla de la importancia del apoyo de la familia.

En conclusión, una historia muy divertida y tierna, con una sonoridad y musical espectacular. Un libro con el que se disfruta muchísimo, muy fácil de leer para los pequeños y con mensajes tan importantes: la importancia de ser uno mismo. También de la importancia del apoyo familiar. Un libro súper recomendable que te sacará más de una sonrisa.