Reseña: El clan de los imagineros, de Antonio José Rojas López

El clan de los imagineros, de Antonio José Rojas López

Editorial: Ediciones Labnar

Formato: Rústica con solapas

ISBN: 978-84-16366-15-6

Páginas: 236

Precio: 14,50 €

En abril de 1314, un navío surca las marismas del río al que los musulmanes llamaban Wad al-Kabir. Su tripulación está formada por Caballeros Templarios que se vieron obligados a huir de La Rochelle (Francia), perseguidos por la Iglesia y la Corona. La misión que ocultan, cambiará el mundo.

Hoy, el joven Mateo experimenta aún la decepción de su familia al dedicar su vida a la Física en lugar de a la milicia, como dicta la tradición familiar. Pero todo cambia para él desde el momento en que el destino se presenta en forma de un extraño objeto que ha pasado de generación en generación entre los hombres de su familia. Como buen hombre de ciencia, Mateo no duda en investigar el origen de la peculiar herencia, iniciando así un increíble viaje por el pasado hacia una realidad que ha permanecido oculta durante 700 años.

VALORACIÓN: 4,5/5

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Mateo es físico en la Universidad de Sevilla. Es el bicho raro de la familia, una familia de generaciones y generaciones de militares hasta que él rompe con la tradicional centenaria. En la jubilación de su padre recibe un orbe. Esta pieza ha pasado de padre militar a hijo militar con el fin de custodiarlo y protegerlo con la vida y legarla al sucesor. Pero una noche Mateo ve un documento en su interior. Desde entonces comienza una investigación que le causará muchos problemas. Templarios, reliquias, la religión cristiana en jaque y el Vaticano acechando para conseguir ese secreto y destruirlo.

Esta novela tiene una trama muy similar a la de "El código da Vinci", pero ambientado en Sevilla. Tendremos tres líneas cronológicas distintas. Por una parte, la actualidad con Mateo de la Cruz. Mateo es físico y profesor de la U. de Sevilla, nada creyente y muy metódico. Con el nuevo orbe va a correr muchas aventuras y el Vaticano va a estar persiguiéndole y espiándole. Por el otro, siglo XVII, en torno a 1620. Allí el maese López y Ortiz nos va narrando un acontecimiento acaecido en Las Cabezas de San Juan. Esto estará al inicio, a modo de introducción, y al final. Y, por último, la Edad Media, en concreto el siglo XIV tras la conquista de Sevilla a los árabes por parte de Fernando III.

Los protagonistas de esta última cronología son tres. Por un lado, Guido de Perpignan, maestro templario. Junto con un grupo de guerreros de Dios que han huido de las persecuciones de Francia a su orden, llegan a Las Cabezas. Allí se instalan con una serie de reliquias muy cotizadas y por las que el rey francés y el Papa los persigue. Supuestamente, otro grupo templario debería haber llegado a Sevilla, por lo que Perpignan manda a Hugo de la Croix, posteriormente Hugo de la Cruz. La acción se divide entre Las Cabezas y Sevilla. Como anécdota, aparecen personajes en la novela como Juan de Mesa y Martínez Montañés, los grandes imagineros y escultores del Barroco sevillano y andaluz, y el profesor Valdivieso, eminencia en la historia del arte de la Universidad de Sevilla.

La trama tiene mucho misterio y acción, entre otros ingredientes como el espionaje, los asesinatos, las reliquias cristianas y el amor. A lo largo de la novela el lector va teniendo una serie de pistas o claves que se van uniendo al final, aunque como es una primera parte, este final queda muy abierto y con más dudas aún. Sobre la trama romántica, esta no me ha gustado nada. Es un instalove total. Un personaje, no diré quien, conoce a otro y ya está enamorado hasta las trancas. Me ha resultado totalmente falso y no me lo he podido tomar en serio. Pero, salvo esta parte, la trama está muy bien lograda. El autor ha creado una serie de personajes y los ha relacionado con unos hechos históricos reales y, con eso, ha creado una trama de templarios y el verdadero sentido de la Iglesia para Cristo, todo bajo el Clan de los Imagineros.

La escritura está muy bien hecha, con unos diálogos muy naturales y bien conseguidos. Incluso genera angustia al lector en los momentos indicados, o le deja sin aliento en las escenas de acción. Además, crea tanto misterio que es imposible despegarse de sus páginas. El ritmo es constante y trepidante en todo momento. No hay escenas que sobran y todo es importante y encaja como piezas de un puzle. Si os gustan las novelas como "El código da Vinci" con misterios en relación con Cristo y sus reliquias, no podéis pasar por alto esta novela.