Entrevista a Eugenio Piñeiro Mejuto, autor de La colonia infernal
Ediciones Atlantis publica 'La colonia infernal', una novela
de ciencia ficción escrita por el autor Eugenio Piñeiro Mejuto en la que el lector se enfrentará a sus
terrores más atávicos, en una perfecta pesadilla ambientada en una colonia
minera del espacio exterior sumergiéndose en una trama muy elaborada y sólida,
compuesta por el autor alrededor de unos elementos muy originales y novedosos.
Cuando la nave de suministros Wegener aterriza en la Colonia
Alfa del planeta Kali-Prima, sus tripulantes ya son conscientes de que algo
extraño acontece en ese enclave minero, especializado en la extracción de helio
3. Para empezar, sus emisiones radiofónicas brillan por su ausencia. Al tomar
tierra, descubren que el hangar está a oscuras y sellado del resto de la
colonia. Y uno de sus tripulantes no tarda en ser atacado por una sombra provista
de ojos rojos... Pero desconocen el auténtico horror que se ha instalado en
esta colonia infernal, hasta que se atreven a salir del hangar. Es entonces
cuando se tienen que enfrentar a unos terribles seres que han tomado el lugar y
que pretenden abordar la Wegener para poder invadir los otros planetas
colonizados por la humanidad...
Gore, terror, morbo y acción ultraviolenta se concatenan en
esta perfecta pesadilla de aparecidos y carreras a contrarreloj. Un relato de
infarto que hará que el lector se enfrente a sus miedos más ancestrales y al
insondable abismo del mismísimo fin del universo.
Autor de El Heraldo del Caos, El Observador y la polémica La
odisea de Tashiko, (las tres publicadas por Ediciones Atlantis), Eugenio
Piñeiro Mejuto empezó a hacer sus pinitos en la literatura fantástica con los
relatos cortos publicados en varios ejemplares de la revista Intres del
Instituto Mixto de Bachillerato de Melide; una historia corta de zombis
vengadores, otra de un organismo cibernético que invade Marte, más un par de
cómics de un demonio justiciero. Por todas estas razones, el prolífico autor afincando
en Santiago de Compostela, declara que La colonia infernal supone un origen a
su cuna literaria, al ser una obra más cercana al género de terror que al de
ciencia ficción, y en donde además, aparece el fenómeno de los aparecidos, tan
arraigado en el folklore cultural de su Galicia natal.
ENTREVISTA CON EL AUTOR
La colonia infernal es el cuarto libro que publicas con
Ediciones Atlantis. ¿Hay algún título al que le tengas especial cariño?
La verdad es que no. Son todos como si fueran mis hijos,
aunque he intentado escribir sobre diferentes temas en cada uno de ellos. El
Heraldo del Caos es una historia épica de desamor. El Observador es una novela
negra de alta tecnología. La odisea de Tashiko es una space opera protagonizada
por una nini del futuro. Y con La colonia infernal, vuelvo a mis orígenes
juveniles como escritor de terror. Y aunque todas se podían enmarcar dentro del
género de ciencia ficción, traté de dar a cada obra su propio carácter.
¿Cómo ha sido la evolución de Eugenio Piñeiro como escritor?
Pues estoy intentado escribir relatos más cortos. He
detectado ciertos suspiros de pesadez cada vez que intento vender uno de mis
libros a un nuevo lector, que reacciona así ante el grosor de mis anteriores
trabajos. Así que estoy tratando de contar historias que quepan en una sola
libreta gorda, pues sigo trabajando de esta manera. Escribo en libretas durante
un año o unos cuantos meses, y luego lo paso al ordenador. Y este método
funciona bastante bien, porque me permite reducir el número de las dichosas
erratas y me ayuda a estructurar mucho mejor la historia de turno. Además,
suelo tardar un mes en pasar el manuscrito a limpio.
¿Qué tienen en común todas tus novelas?
Aparte de que se enmarcan en el género de ciencia ficción,
también presentan grandes dosis de acción y aventura, con tiroteos incluidos.
Los relatos que escribo están a medio camino entre la ciencia ficción dura y la
ciencia ficción blanda. Además, en mis historias, los personajes femeninos son
tanto o más importantes que los masculinos. Ya era así en El Heraldo del Caos,
mucho antes de que se pusiera de moda que los políticos y las políticas fuesen
a protestar a las manifestaciones del 8-M. Y de aquí paso al siguiente rasgo
característico, porque estoy obsesionado con todo tipo de prejuicios (sobre la
política, la sociedad, el sexo, la religión...). Escribir ciencia ficción me
permite criticarlos e ir más allá de las convicciones sociales imperantes.
También hay otra constante que se presenta en mi obra, y es la intrincada
participación de las inteligencias artificiales en el desarrollo de cada
historia. En cierta manera, continúo el trabajo de Isaac Asimov, al mismo
tiempo que intento preparar al lector para que se enfrente a los desafíos
tecnológicos-filosóficos del futuro próximo que se nos viene encima. Y por
último, pero no por ello menos importante, suelo plasmar una revelación
trascendental al final de cada historia, que a menudo marca el inicio del
tercer acto de la obra. Suele ser una revelación espiritual, basada en los
últimos descubrimientos científicos sobre el cosmos o la evolución de los seres
vivos. Es mi manera de recompensar al lector que se animó a adquirir uno de mis
relatos para pasar el tiempo, para que termine de leerlo siendo un poquito más
sabio que cuando empezó.
¿Qué se van a encontrar los lectores en La colonia infernal?
El lector que se atreva a sumergirse en estas páginas, se
enfrentará a sus terrores más atávicos, en una perfecta pesadilla ambientada en
una colonia minera del espacio exterior. El lector que ya está habituado a
estas lides, encontrará enseguida la referencias. Al principio, la novela se
parece a Alien, por la mitad, a Dead Space, y por el final, a Doom. Incluso
aparece un personaje que se llama Jason Krueger, en homenaje a los dos asesinos
slashers más populares del cine de terror. Esta historia es un auténtico horror
survivor en formato de libro. Pero los protagonistas no tendrán que vérselas
con aliens, necromorfos y demonios, sino contra seres que meten mucho más
miedo... Pero no diré aquí contra qué luchan, ya lo leerán ustedes.
Eres ilustrador aficionado, que usas tus diseños para
promocionar tus novelas. ¿Has considerado incluir ilustraciones en tus novelas?
La verdad es que no. Antes de ser escritor, traté de ser
dibujante de comics. Y una vez, que intenté mandar una de mis obras ilustradas
a través de e-mail, tuve que abortar el mensaje porque el archivo en cuestión
era demasiado pesado para ser enviado. Así que al final me dediqué a la
literatura, porque es muy difícil trabajar en un comic cuando se realiza en
solitario, como hacía yo. No obstante, aunque me resisto a dejar esta puerta
cerrada del todo, mis novelas ya se explican bastante bien por sí solas, así
que no me importa que se queden tal como están, sin ilustración alguna.
¿Estás en un nuevo proyecto? Si es así... ¿nos puedes
adelantar algo?
Después de haber publicado La odisea de Tashiko, mis
allegados me están pidiendo una historia que no esté tan estrictamente dirigida
a lectores adultos, que sea más para todos los públicos. Ya he redactado una
historia así, que además es de temática feminista y ecologista... Y de momento,
es todo lo que voy a contar al respecto.
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