Entrevista a Mario A. Herrero, autor de El Arte de la Tercera Bruja
Ediciones Atlantis presenta 'El Arte de la Tercera Bruja' ,
un libro de fantasía escrito por el autor maño, Mario A. Herrero en el que se
narra una historia turbulenta que hará al lector "llevarse las manos a la
boca, escandalizándose, o a la cabeza, porque las atrocidades del ser humano,
además de naturales, no dejan de ser bárbaras". "Tenemos una moral que nos impulsa a hacer lo correcto,
pero esa moral, lamentablemente, también suele ser débil y siempre está
hambrienta de los males ajenos".
SINOPSIS
Ramador, un individuo solitario y excéntrico, sufre un caso
severo de trastorno de identidad disociativo (personalidad múltiple) del que no
es en ningún momento consciente. Dos de sus identidades, las más importantes,
son la de un hombre extremadamente inteligente que guarda en su interior a un
más que peligroso psicópata asesino en serie con un patrón de ejecución
totalmente efectivo e indetectable, y la de un pobre leñador que vive alejado
del mundanal ruido de la sociedad moderna en una cabaña rodeada por densos
bosques montañosos. Esta última personalidad tiene una curiosa afición: cazar y
diseccionar toda clase de animales y bichos salvajes y/o exóticos, tanto para
guardarlos como trofeos, como para algo un poco más oscuro: ejecutar rituales
de magia negra en los que invocar a unas fuerzas siniestras con el propósito de
poder guiarle hacia su gran deseo, dar con un artefacto arcano creado por un
grupo de dioses no conocidos que lo ayude a acceder al Paraíso construido por
el dios cristiano. Su objetivo es destruirlo para crear su propia tierra
purificada de seres bondadosos. Sin embargo, no lo tendrá sencillo, pues está
protegido, de manera involuntaria, por una comunidad secreta de brujas que
harán lo que sea necesario para que este viajero del tiempo no consiga su
objeto deseado.
Lo que ni las brujas ni él saben es que han creado un
universo alternativo desde esa época llamado Edad Alternativa en el que las
identidades de Ramador se ocultan quedando solo una, la de un bondadoso
sacerdote de un barrio madrileño con unas formas no ortodoxas de promulgar sus
misas. Su pasado le influirá negativamente, a tal punto de tomar presa a la
única feligresa enamorada de él: Luisa. Ésta, a su vez, madre y abuela de
Jordi, quien conocerá a la más prolífica personaje de toda la trama, Stephanie;
a través de sus ojos conoceremos todos los entresijos del maquiavélico plan de
Ramador.
AUTOR
Mario A. Herrero nació en Zaragoza. Tras titularse como
Técnico de Microinformática y Redes en I.E.S. Tiempos Modernos, dedica su trayectoria
profesional trabajando como Programador informático. No obstante, sigue
estudiando, especializándose en el Ciclo Superior de Desarrollo de Aplicaciones
Multiplataforma y, en su tiempo libre, además de desarrollar toda clase de
aplicaciones web y de entretenimiento (videojuegos), también es un gran amante
de la literatura, por lo que pasa la mayor parte de su tiempo escribiendo e
imaginando toda clase de mundos y personajes frescos a los que darles vida.
Teniendo en su haber una obra anterior publicada en 2008, “Cuando Claudio
nació”, no ha dejado de vivir por y para sus historias.
ENTREVISTA AL AUTOR
¿Quién es Mario A. Herrero?
Es un tipo peculiar; amante de ciertos aspectos de su vida y
temeroso de otros. Esta es una pregunta que me cuesta mucho responder, así que,
me limitaré a decir que es una persona que aún está aprendiendo a conocerse.
Como escritor, eso sí, trata de ser realista y, sólo tal vez, un hombre sin
tabúes: los odio. En su día me catalogaron como “el Tarantino de la
lingüística” y ante ello, incluso a día de hoy, sólo puedo emocionarme. Pese a
que no me gustan las comparaciones, sé que Quentin Tarantino y yo tenemos una
cosa en común: si tenemos que decir un taco porque es necesario decirlo, no
deja de ser una palabra más en nuestro diccionario, así que, te aseguro, te
garantizo que la expresaré.
¿Qué te inspiró a la
hora de escribir esta historia?
Sinceramente no me acuerdo. Fue hace unos años y quería
escribir sobre algo que uniera dos tiempos que nada tenían que ver uno con el
otro. El mundo de la brujería y la demonología me fascinan y, aunque esta
historia se vapulea de toda religión conocida, no hace más que expresar un
respeto de pies a cabeza en forma de crítica. También quise construir una
historia turbulenta y que consiguiera llevar a quien la leyese sus manos a la
boca, escandalizándose, o a la cabeza, porque las atrocidades del ser humano,
además de naturales, no dejan de ser bárbaras.
¿Por qué crees que tu novela puede atraer al lector?
¿Te cuento un secreto? El morbo es muy poderoso en todos
nosotros: es el “Lado Oscuro” de nuestra realidad. Solamente hay que ver lo que
emiten en las televisiones, en esos llamados “realities” de la salsa rosa. Si
una novela guarda polémica y asuntos que saben ser difíciles de leer sabrán
atrapar al lector por ese morbo suscitado. Es verdad que tenemos una moral que
nos impulsa a hacer lo correcto, pero esa moral, lamentablemente, también suele
ser débil y siempre está hambrienta de los males ajenos.
¿Eres un lector habitual? Si es así, ¿qué libros te llevan a
leerlos?
Lo siento, no lo soy.
Leo más bien poca narrativa. Lo que no significa que no me guste leer, pero no
hay historias que me enganchen como lector. Lo que contrasta con mi otro yo,
aquél que le gusta ir a La Casa del Libro como quien iba hace años a un
videoclub. Me gusta mirar portadas, leer sinopsis y si algún libro me gusta,
pues lo compro; otra cosa es cuándo lo lea, si es que lo leo. En mi vida sólo
he leído, si llega, un par de novelas sueltas y todavía estoy buscando el
momento para terminar la última que he intentado leerme varias veces, a saber:
Wei Hui con su Shangai Baby es la que siempre me ha gustado y leído
completamente en dos ocasiones y Lena Valenti con sus Amos y Mazmorras,
respectivamente.
¿Serías amigo de alguno de los personajes de tu novela?
No. No me cae bien ninguno. Sé qué intenciones llevan y no
me gusta la moralidad que emplean. Tengo una personalidad demasiado tradicional
y estoy acostumbrado a una serie de normas cívicas que me gusta respetar: Guardo
muchas semejanzas con Sheldon Cooper, uno de los protagonistas de The Big Bang
Theory, en versión española.
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