Entrevista a Carmen M. León Lopa, autora de Pabellón D
Hace unos meses Tititituastuas y yo tuvimos la suerte y ocasión de entrevistar personalmente a Carmen M. León Lopa. El vídeo lo podéis ver en este ENLACE. Ahora os traigo la entrevista escrita. Muchas gracias, Carmen, por acceder a estas dos entrevistas y la editorial por darnos el placer de reseñar el libro.
Podéis encontrar a la autora en su página de Facebook AQUÍ. Podéis adquirir el libro Pabellón D en la web de Editorial Nazarí AQUÍ.
Creo que lo más representativo de mí es que soy una
apasionada de la vida. Disfruto mucho con las artes, adoro la danza, el teatro
musical, la literatura. La música es un motor muy importante en mi vida que va
de la mano conmigo en mi día a día. Soy una persona creativa, inquieta, deseosa
de aprender y de compartir, de dar y de recibir, que disfruto tanto de la
soledad como de la compañía. Me apasiona descubrir y experimentar cosas nuevas.
Soy una persona confiada y agradecida de todo lo que me brinda la vida y
comprometida con el buscar la honestidad, la coherencia y el auto
descubrimiento.
Sobre tus
hábitos de lectura, ¿qué sueles leer? ¿Tienes algún autor o género preferido o
lees de todo un poco?
Me gustan muchos géneros que tengo asociados a diferentes
ápocas del año. Por ejemplo, ¡nunca leo novela histórica egipcia en invierno!
Siempre la dejo para el verano. En otoño, coincidiendo con la época de
Halloween, suelo leer novela gótica y siempre releo algunos de mis libros
favoritos, como “La leyenda de Sleepy Hollow”, de Washington Irving, “Rimas y
leyendas”, de Becquer, “Drácula”, de Bram Stoker o “Carmilla”, de Sheridan Le
Fanu. En esa línea, me gustan autores como Edgar Allan Poe, H. P. Lovecraft o
Wilkie Collins. Su novela “La dama de blanco” es una de mis favoritas. Como
autores de terror más modernos, disfruto mucho con Stephen King y obras –para
mí maestras- como “El resplandor”, “El juego de Gerald” o “El misterio de
Salem´s Lot”.
La novela histórica es un género que me gusta mucho, sobre todo la ambientada en la época de las Cruzadas. También disfruto muchísimo con la épica narrativa y con la fantasía. “El Señor de los Anillos”, de Tolkien, es de mis novelas de cabecera. También soy consumidora de novela juvenil. Autoras como Laura Gallego y sus “Memorias de Idhún” o “Cazadores de sombras” de Cassandra Clare. ¡Por supuesto, toda la saga de “Harry Potter”, de J. K. Rowling! Agatha Christie fue una de las escritoras que más me acompañó durante mi infancia, sin duda influencia de mi madre, que devoraba sus libros.
Actualmente –por trabajo, por estudio, y, sobre todo, por
placer y camino personal-, también leo muchísima literatura relacionada con la
espiritualidad, la inteligencia emocional y el auto conocimiento. Las
enseñanzas budistas y autores como Thich Nhat Han, Pema Chödrön, Ramiro Calle o
Claudio Naranjo también se han convertido en mis compañeros de viaje.
¿Cómo
surgió la idea de “Pabellón D”?
Fue durante unas vacaciones de verano. Mi pareja y yo nos
íbamos de vacaciones a Cádiz y yo estaba buscando lectura para que me
acompañara en la playa. Me apetecía el género de terror, algo ambientado en un
psiquiátrico y cuya temática estuviera relacionada con la locura. De pronto, se
me ocurrió que nunca había leído ninguna novela de terror en la que aparecieran
personas mayores. No la encontré, así que, meses después y coincidiendo con que
mi pareja iba a pasar un periodo de trabajo fuera de casa, me decidí a escribir
yo una historia que tuviera los ingredientes que había estado buscando: locura,
ancianos y… algo parecido a un psiquiátrico.
¿Cómo
fueron los comienzos?
¡Muy ilusionantes! Hacía tiempo que no escribía ficción
–aunque sí otro tipo de artículos y materiales relacionados con otra temática-
y de pronto sentí el empuje y la ocasión para hacerlo. La historia fue cobrando
forma en mi cabeza de una manera bastante natural y fluida. Me vi inmersa en
ella y en lo que le sucedía a los personajes y formaron parte de mi vida
durante los tres meses que tardé en escribirla. Fuimos caminando juntos y casi
tengo la sensación de que ellos mismos se fueron construyendo sus propias
historias hasta llegar al desenlace final. ¡Un continuo disfrute!
¿Ese
toque sobrenatural ya lo tenías en mente antes de comenzar la obra o te surgió
mientras escribías la novela?
Lo tenía en mente, aunque al comenzar la historia no tenía
del todo claro cómo iba a desarrollarse ni qué camino iba a seguir. De hecho,
esa parte fue la que me resultó más complicada de elaborar. “Pabellón D” me
parece una novela tan realista en tantas de sus partes, que me resultaba
difícil, en determinados momentos, abandonar esa realidad tan cotidiana para mí
y dar el salto a la ciencia ficción.
¿Has
presenciado en persona algunas de las patologías o demencias que se describen
en el libro?
Sí, prácticamente todas. Llevo dedicándome a la psicología
desde hace unos 20 años y he trabajado durante 15 años en una residencia de
mayores en la que he convivido día a día con demencias de todo tipo y con
bastantes trastornos psiquiátricos, tipo esquizofrenia, síndromes
ansioso-depresivos, trastornos bipolares, etc. Supongo que por deformación
profesional me resulta apasionante el mundo de los trastornos mentales y la
variabilidad de su sintomatología. A día de hoy sólo escribo sobre lo que me
apasiona, y ésta fue una de las razones de que sus diferentes manifestaciones
estuvieran presentes en “Pabellón D” ocupando el lugar de un personaje más. De
hecho, para mí, el Bless the Child, como espacio en el que transcurren los
sucesos, así como la presencia del desequilibrio mental, son elementos que
dotan de ambientación y coherencia a la historia.
¿Qué
sentiste cuando vistes el libro en físico en tus manos?
¡Me dio un escalofrío de emoción! Recuerdo que fui a la
editorial a recoger los primeros ejemplares y Alejandro, mi editor, estaba
hablándome sobre algo relacionado con la presentación. Yo tenía un ojo puesto
en él y otro en el libro. Casi no podía creerme que fuera mío. De pronto,
tímidamente, lo interrumpí, me atreví a cogerlo y le dije algo así como “perdona,
¡míralo! ¡Qué fuerte me parece!”. O algo parecido. No podía creer que algo que
hasta aquel día no había sido más que un archivo pdf de pronto se convirtiera
en algo tan físico y accesible ya no sólo para mí, sino para todos los demás.
Era como si sintiera que ya no había vuelta atrás. Algo así como: “Ok, ya lo he
hecho, ya estoy expuesta. He vencido mis miedos”.
¿De dónde
sacas la inspiración para escribir?
De muchos lugares. Las personas me resultan una fuente de
inspiración enorme. Disfruto muchísimo tomando consciencia de todo lo que
ocurre a mi alrededor y de las historias de vidas que llegan a la mía. También
de las experiencias personales. Me ocurre que siempre que tengo alguna vivencia
o hago algún descubrimiento que a mí me parece apasionante, siento la necesidad
de compartirlo. La música también me mueve muchísimo, por eso está tan presente
en “Pabellón D”, que incluye una lista de “Momentos musicales” que sirvieron de
inspiración para la historia. Hay canciones que de pronto me llegan, me
conmueven de alguna manera y me empujan a escribir. Como si sintiera la
necesidad de ponerle historia a esa banda sonora.
¿Te has
inspirado en alguien para crear tus personajes?
La mayoría de ellos tienen algo de personas cercanas a mí.
Compañeras de trabajo, pacientes y residentes con los que he trabajado a lo
largo de estos años, y, por supuesto, en muy buenos amigos a los que considero
mis personas de seguridad. “Pabellón D” es un homenaje claro a ellos.
¿Has
elegido los nombres de los personajes por algún motivo en concreto?
Algunos tienen su truco. Por ejemplo, H. P. Collins es en
honor a H. P. Lovecraft y a Wilkie Collins, escritores a los que he hecho
referencia antes. Otros están elegidos porque de pronto aparecieron y me
parecieron atractivos para los personajes que estaban creciendo. En algunos
casos, como en el de Erin, ocurrió algo curioso. Comenzó llamándose con otro
nombre, pero no acababa de encajarme para ella, así que, hacia la mitad de la
historia cambió. ¡Erin era como ella realmente quería llamarse! Y no paró de
rechinarme hasta que encontró su verdadero nombre. Algunos hacen directamente
alusión a personas concretas, sobre todo aquellos personajes que hacen una
aparición muy breve. Otro curioso es Winston. Su personaje está inspirado en un
paciente que tuve que fumaba muchísimo. Elegí ese nombre para él por esta
razón.
¿Qué hay
de ti en tus personajes?
Con Erin comparto la parte profesional. Ella tiene mis
conocimientos y mi experiencia del trabajo en un centro de personas mayores y
con las patologías que aparecen. Compartimos también la necesidad de sentirnos
arropadas por nuestros amigos, de funcionar en equipo para crear nuevas
sinergias, y, no lo voy a negar, el exceso de responsabilidad y de exigencia en
el trabajo. Con el señor Collins comparto la fidelidad y el amor incondicional
y sincero hacia quien quiero. Con Shawn el gusto por la música y la necesidad
de ésta como un alimento vital y con Jay el instinto de protección y de
proporcionar seguridad y cuidados.
¿Tienes
alguna anécdota relacionada con el libro o durante la escritura de este?
Para mí era muy divertido observar a mis compañeras en el
día a día, lo que les sucedía en sus turnos de trabajo, las nuevas historias
que me contaban que les ocurrían. Tal vez la anécdota más potente ha sido que,
escenas que escribí en la novela, han tenido lugar después en la realidad. No
exactamente, pero sí de una forma bastante –y escalofriantemente- aproximada.
Una curiosidad es que la mayoría de los casos –por fortuna no todos- que
aparecen en la novela, han ocurrido en la realidad. Al menos… en sus inicios.
Muchos acontecimientos son exactos a cómo ocurrieron y otros comienzan siendo
reales para después despegar hacia la fantasía.
Otra anécdota muy emocional para mí es el hecho de que su
publicación ha coincidido con el cierre de un ciclo muy importante en mi vida:
dejar mi trabajo de 15 años en la residencia para dedicarme de lleno al mundo
de las publicaciones y de la escritura. Si ya para mí “Pabellón D” era un
homenaje a las personas que están bajo el techo de la Residencia Regina de
Granada, después de tomar esta decisión que tanto impacto está teniendo en mi
vida y que tantas puertas me está abriendo, lo es aún más.
¿Tienes
algún personaje o acontecimiento favorito?
Quizá mi personaje favorito sea Oliver, por la lucha interna
que presenta y por su recorrido a lo largo de toda la historia. Sin duda, mi
acontecimiento favorito es la escena del señor Cavalcantti. Y, releerla
acompañada del “Enter Sandman” de Metallica… ¡me hace disfrutar muchísimo!
¿Tienes
proyectos futuros en mente?
Tengo proyectos futuros en mente y otros que actualmente se
están realizando. Continúo publicando material técnico de trabajo sobre
educación emocional con la editorial GEU y acabo de firmar un contrato con
Disney para trabajar la inteligencia emocional en las edades de infantil y en
personas con necesidades especiales tipo TDAH, TEA y otras. Con respecto a
nuevas novelas de ficción… tengo algunos escritos antiguos que siento que
pronto será el momento de recuperar, limpiar y revisar. Y también tengo ciertas
historias rondándome en la cabeza, concretamente una basada en una leyenda
irlandesa… aunque por ahora nada concreto.
Y por
último, ¿algún consejo para esos jóvenes que sueñan con ser escritores?
Recuerdo que yo de muy pequeña decía que quería ser actriz,
cantante, peluquera y escritora. Lo de actriz y cantante lo probé a nivel
amateur durante unos diez años con la compañía teatral “La Butaca Vacía” y a
nivel profesional trabajando en un musical (“Frankenstein”) en Madrid durante
un verano. Lo de peluquera aún no lo he probado –aparte de cuatro trenzas en mi
propia cabeza- y lo de escritora… nunca pensé que pasara a ser nada más allá de
una fantasía. Actualmente se ha convertido en mi medio de trabajo. Es un sueño
hecho realidad. Creo que cuando ponemos la pasión y la energía en algo, cuando
confiamos en que ese es nuestro lugar y lo que hemos venido a hacer aquí, la
vida se encarga de irnos brindando las oportunidades para llegar hasta ese
punto y recorrer ese camino, que es el nuestro. Creo que hay que ser valiente y
no tener miedo a arriesgar, a cambiar y a aprender de todo lo que nos va
sucediendo. Eso nos hace fuertes. Animo a quien sienta verdadera pasión por
escribir a que siga adelante, que pruebe, que disfrute de los momentos de
creación y de compartir con los demás. Si damos al mundo lo que mejor sabemos
hacer… el resto viene solo.
Como siempre, muchísimas gracias, David por tu interés y por
esta oportunidad de compartir sobre mí y sobre “Pabellón D”.
¡Hola! No conocía a la autora, y me ha parecido súper curioso que lea libros acordes a la época en que estemos. Por ejemplo, historia egipcia en verano. ¡Qué guay! Yo la verdad es que nunca lo había pensado. Los libros que menciona, como ‘Memorias de Idhún’ o JK Rowling han hecho que recuerde mi infancia. ¡Qué bonito, jo!
ResponderEliminarNo conocía el libro pero pienso que los ingredientes que menciona pueden haber dado resultado a una novela súper interesante. Igual que a la autora, a mí realmente me encantan las enfermedades mentales -de hecho, me metí a medicina precisamente para estudiar psiquiatría- y creo que podría adorar el libro. Es más, me recuerda a la novela “Los renglones torcidos de Dios” .
Me ha caído genial esta autora, y definitivamente me llevo el libro apuntado.
¡Un besito y hasta la próxima entrada! Mo-
Hola :) Muchísimas gracias por tu comentario. La verdad es que me has alegrado el día. Carmen, en persona, es una mujer genial y te lo pases super bien con ella. El libro también está super bien y si te gustan las enfermedades mentales o te interesan, en el libro hay un catálogo bastante extenso de las mismas a través de los numerosos personajes secundarios.
EliminarUn besito!!!
Hola gracias por compartir esta entrevista no tenia idea de esta autora pero investigare un poco mas pude que me anime con algunos de sus libros. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario ^^ Ya me irás contando :)
EliminarMuchas gracias David!!! Siempre es divertido tener encuentros contigo! Y enhorabuena por todo lo que haces!!! Y muchas gracias también a escribemeunpoquito! Espero que disfrutes del libro. Si te mueves en el mundo sanitario, estoy segura de que te va a resultar muy familiar!
ResponderEliminarUn besote grande!