Entrevista al escritor Andrés Díaz Sánchez, autor de fantasía, cifi y terror
Hoy os traigo una entrevista que le hice a un escritor muy polifacético y activo. Se trata de Andrés Díaz Sánchez, autor de fantasía, ciencia ficción y de terror.
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Entrevista
- Comencemos la entrevista conociéndote un poco.
Cuéntanos quién eres.
Hola, en primer lugar
muchas gracias por esta entrevista que me habéis concedido. Sobre quién soy… Soy un aficionado a la literatura de fantasía, terror, cifi,
aventura y novela negra, además de otros géneros y subgéneros. También he
escrito bastantes libros, muchos de ellos publicados en distintas editoriales, y
también los hay autoeditados. Para escribir, mis géneros favoritos son la
fantasía en su vertiente épica y realista, el terror y la ciencia ficción. La
lista de mis libros publicados es esta:
Los guerreros sin rostro (2003, Timun
Mas/Planeta. 2019, autoedición)
La maza sagrada (2004, Timun
Mas/Planeta. 2019, autoedición)
El camino del acero (2006, Editorial
Ábaco. 2010, Equipo Sirius. 2018, autoedición)
El Imperio contra
Dios (2010, Equipo Sirius. 2018, autoedición)
Argar, el hijo del
demonio (2013, Dlorean Ediciones)
Burkran, el
licántropo (2016, Dlorean Ediciones)
El laberinto del
gusano (2016, Ronin Literario)
Skarrion Gunthar.
Sangre en el hielo (2017, Libros.com. 2019, autoedición)
Los siete
caballeros (2018, autoedición)
El niño rey (2018, autoedición)
El rey justiciero (2018,
autoedición)
El viejo rey (2018,
autoedición)
También he participado en distintas antologías de
autores de las editoriales Dlorean, Wave Books y Saco de Huesos, y escribí el
guion del cómic El espartano (2004,
Aleta Ediciones).
- Sobre tus hábitos de lectura, ¿qué sueles leer?
¿Tienes algún autor o género preferido o lees de todo un poco?
Lo que más leo no es
ficción, sino ensayo histórico. La Historia me apasiona y para mí simplemente
es como leer una serie de novelas que jamás se acabará, me satisface tanto o
más que la literatura de ficción. En cuanto a ficción, no tengo un género
claro; crecí leyendo Fantasía, Terror y CF, pero ahora leo prácticamente de
todo. Ya no busco géneros, sino autores, que tengan personalidad y me parezcan
interesantes y atractivos. Me gustan tanto autores clásicos como algunos
bestsellers, no creo que haya mejor ni peor literatura, todo depende de lo que
le pidas en cada momento; la literatura ha de llenar suficientes nichos de tu
interior y por tanto veces le pides solo diversión y a veces le pides
virtuosismo literario. Todo tiene cabida.
- ¿Podrías recomendar algún libro que te haya
gustado o marcado?
Más que libros
concretos, preferiría hablar de autores, porque cuando un autor es bueno y
tiene una personalidad creativa arrolladora, puedes ver que todos sus libros
tienen el mismo toque mágico, unos más y otros menos, pero lo tienen todos. Un
autor que me marcó fue Robert Ervin Howard, ya que me introdujo en la Fantasía,
en concreto en la Fantasía Heroica. Luego ha habido otros, pero este dejó una
marca muy fuerte que puede haberse diluido y difuminado, pero que no ha
desaparecido del todo.
Otro autor que me marcó fue William Faulkner; al leerlo
comprendí lo vasta y profunda que es la literatura. Para mí es un genio irrepetible.
Me gustaría poder hacer algo tan bueno como lo que escribió, pero eso es
imposible. Otro autor supremo para mí es Cormac McCarthy, y de este sí podría
decirte que el libro que más me impactó fue Meridiano de Sangre, su obra más
famosa. Otros autores que me han impactado con sus libros: Chandler, Jack
London, Pynchon, Poe… Buf, hay muchos, por fortuna para los lectores, claro.
- Como lector, ¿qué le pides a una novela?
Que suscite mi interés y que me atrape.
- Como autor, ¿qué es lo que más te exiges a ti
mismo?
Pues no sé, creo que me
gustaría sobre todo entretener al lector, que se divierta leyéndome. A veces me
he dejado llevar por el ego de querer escribir algo de una calidad y
virtuosismo literarios superiores, pero esto (que en cierto modo es también
otra clase de entretenimiento) puede alejarte de lo que en realidad debería ser
un escritor: un buen narrador de historias. Alguien capaz de tener a un público
atento y ensimismado escuchando una historia a la luz de una hoguera, como un antiguo
chamán, un juglar, un bardo o un escaldo. Esa es la esencia de la narración
literaria: el entretenimiento, la fascinación,
lograr que la gente salga de su propia existencia y se cuele en otra, la
del libro que está leyendo, y que eso ocurra de manera fluida y natural.
Eso no quiere decir que
no pueda haber riqueza en el lenguaje o una expresión sublime, incluso posmoderna
y experimental (me encanta la buena literatura experimental), pero aunque
respeto el enfoque de cualquier autor, el mío es básicamente el de entretener y
divertir. Y eso es mucho más complicado y difícil de lo que parece, requiere
mucho esfuerzo, técnica y leer muchísimo, de muy diferentes autores con muy
diferentes estilos. Luego, si aparecen valores profundos en el texto (si es una
buena novela sin duda los tendrá), mejor que mejor. Pero mi primera función y
deber como narrador es mantener al lector entretenido y enganchado, si puede
ser desde la primera a la última línea.
- ¿Cómo fueron tus comienzos como escritor?
Durante unos cuantos
años escribí relatos y algunas novelas cortas, es decir, escritos de corta
extensión. No lo hice por ninguna razón específica, sino porque empecé leyendo
mucha literatura de terror clásica, y grandes autores de los pulps; y ahí la
esencia es el relato, no la novela. Eso me permitió un rodaje bastante fácil y
progresivo, sin exigencias de largas novelas ni sagas que agotan y requieren mucha
motivación y disciplina, a riesgo de que escribir deje de ser un placer y se
convierta en una losa agobiante. Los mandé a muchos fanzines y revistas de
aficionados y a la gente le gustaban. Eran de terror y Fantasía Heroica, sobre
todo. Luego edité yo algún que otro fanzine (en aquella época se hacían con
fotocopias en papel y grapas, no había ni Internet, pues era cuando los
dinosaurios poblaban la tierra, jajaja).
Escribí una serie de relatos y una
novela corta sobre un personaje que se parecía un tanto a Conan, llamado
Skarrion Gunthar, y por probar los mandé a una gran editorial, Timun Mas, que
por entonces formaba parte del Grupo Ceac y luego fue absorbido por Planeta.
Para mi sorpresa, lo aceptaron y decidieron publicar un libro de relatos y una
novela corta, Los guerreros sin rostro. Luego ya vino La maza sagrada, el
segundo libro del personaje. Pero las ventas no acompañaron y la serie quedó en
el limbo de los descatalogados. De cualquier modo, seguí publicando novelas en
distintas editoriales, más modestas.
- Yo te conozco por tu trilogía “La tormenta y el
amanecer”. Háblanos un poco de tus libros.
La tormenta y el amanecer es una trilogía de Fantasía Medieval
protagonizada por Argaut, un rey que comienza su gobierno siendo niño, mediante
una regencia, y va creciendo y haciéndose adulto, guerrero, incluso anciano. Es
una obra coral de muchos personajes de ambos sexos, muy distintos entre sí, a
lo largo de una historia larga de política, guerras, traiciones, amores, etc.
En realidad es un puñetero culebrón histórico, pues leí mucha Historia de los
auténticos reyes medievales y hay mucho de ello en la trilogía. También hay
magia, demonios y dioses, por supuesto.
He publicado en
distintas editoriales y, como ya dije antes, me gusta escribir sobre Fantasía
adulta y cruda, y algo de Terror y CF (Space-opera). Procuro dar a mis libros
un aire adulto y crudo, histórico. Hay mucha épica y violencia en ellos, con
profusión de batallas y luchas, pero eso es el añadido, lo principal es hacer
una buena arquitectura de argumento y trama, y sobre todo desarrollar los
personajes, que han de ir evolucionando y cambiando, mostrando cada uno su
carácter y personalidad.
Me atrae mucho la idea del héroe, o al menos la idea
que tengo yo de ese arquetipo; no hablo solo de hombres guerreros, sino también
de mujeres: reinas, cortesanas e incluso rameras; o de ancianos y niños. Es
decir, la idea de una persona sometida a grandes presiones que ha de vencer
obstáculos tremendos y que siempre ha de luchar por mantener sus convicciones
morales y sus principios en un mundo cambiante, sucio y complejo, y que por
ello mismo debe pagar un alto precio, a veces el de la vida.
Me interesan también el
peligro y la muerte como fronteras, como pruebas que han de superar los
personajes, pues cuando son sometidos a presiones casi insoportables es cuando
realmente se les puede sacar todo el jugo. Y como he dicho antes, lo importante
es la maduración, la evolución y el cambio. Aunque aparezcan reyes, guerreros y
grandes y pequeños personajes, quiero que el lector pueda empatizar con ellos y
comprenderlos incluso cuando cometen vilezas o atrocidades. Intento mostrar
personas reales, con virtudes y sobre todo defectos, no personajes idealizados
(por lo bueno o lo malo). Y a riesgo de repetirme, aunque pueden flotar grandes
ideas existenciales, mi primera misión y deber es entretener, que la gente
quede enganchada y quiera saber qué va a pasar y cómo va a acabar todo. Si lo
consigo, para mí es el mejor halago que me podrían hacer como autor.
- ¿Qué parte crees que ha sido la más difícil de
escribir? Sin hacer mucho spoiler.
Sobre la parte más
difícil de escribir… Va a parecer un poco presuntuoso, pero cuando uno trabaja
mucho la planificación de una obra, ninguna parte es difícil de escribir. Siempre
digo que con el relato hay margen de improvisación, pero con una novela no se
improvisa jamás. Hay que planificarla al milímetro, y entonces, cuando uno
tiene bien claro qué ha de ocurrir en cada capítulo, la escritura se vuelve
fluida y natural. Incluso aunque debas hacer cambios momentáneos, grandes o
pequeños, tienes un libro de ruta con el que nunca te vas a perder ni te vas a
estancar. Así pues, como hago un trabajo fortísimo de planificación, no me
resulta para nada difícil escribirlo. Es como diseñar un edificio: primero debes
tener clara la estructura e incluso los materiales, ningún arquitecto va a
ordenar poner el primer ladrillo sin saber cómo han de ser todas y cada una de
las salas del edificio, aunque sea un rascacielos. Pues esto es igual.
Un buen escritor no ha
de exagerar con las musas ni montarse ideas raras sobre la improvisación y el
genio literario; en primer lugar ha de hacer un trabajo concienzudo y artesanal
de planificación, documentación y trabajo de personajes y situaciones, así como
de la creación del mundo (si es una obra de Fantasía). Si lo hace bien, lo
escribirá todo después del tirón, sin problemas, con su propio estilo, fluido y
natural (y ahí sí podemos hablar de las musas, el genio y todo ese rollo). Si
lo hace mal, se quedará estancado y mirando una pantalla en blanco. Hace años
que no estoy estancado, no sé lo que es eso porque hago un trabajo fuerte de
planificación. Y ese trabajo puede parecer difícil, pero la paradoja es que es entretenidísimo,
absorbente. Diseñar estructuras económicas, políticas, diseñar personajes,
estudiar guerras, batallas, etc., a mi al menos me absorbe por completo, se me
pasa el tiempo volando.
Creo que escribir puede
ser uno de los trabajos y labores más bonitos y atractivos que existen, cuando
se hace bien. No entiendo a estos escritores que van quejándose de lo mucho que
les cuesta escribir, lo durísimo que es escribir, el dolor existencial del
creador y todo eso. O no los entiendo o me parece que están posando de cara a
la galería. Hay trabajos mucho más duros en este mundo y más embrutecedores.
Hay que tener disciplina, desde luego, pero escribir es muy absorbente y
hermoso. Otra cosa es que te creas Stephen King y te pegues el gran tortazo creyendo
que tu libro lo van a leer miles de personas en cuanto salga a la venta; eso es
decepción y desengaño por una mala comprensión del mundo editorial y unas
expectativas irreales. Pero escribir en sí mismo, la labor creativa, no me
parece para nada dura. Será porque me gusta, quizás.
Lo único aburrido son, desde luego, las
correcciones una vez que has terminado la novela. Pero hay que hacerlas sí o
sí, así que mejor aceptarlo con filosofía.
- Además, tienes otros libros, de fantasía oscura,
de ciencia ficción, etc. Háblanos un poco de ellos.
Ya mencioné antes a Skarrion Gunthar. Hay varios libros del
personaje (Los guerreros sin rostro, La maza sagrada y Sangre en el hielo), y
ha aparecido también en algún que otro relato de alguna antología. Es una
especie de vagabundo mercenario que va vendiendo su espada al mejor postor en
un mundo de aceros y magia negra. La inspiración lógicamente es el Conan de R. E. Howard, pero trato de
darle mi toque personal, y que los secundarios tengan mucho peso, a veces
incluso más que el protagonista, tanto en el argumento como en la trama.
Escribí también El camino del acero, una libro
autoconclusivo de Fantasía ambientado en un mundo parecido al de las polis de
la Antigua Grecia; El Imperio contra Dios
una novela de Space Opera con imperios y grandes religiones que luchan por el
control de un sistema planetario; Los
siete caballeros, mi obra más experimental y extraña, un capricho literario
mío que tiene temáticas de terror, historia, aventura, humor y Fantasía oscura;
y Argar, el hijo del demonio, y Burkran, el licántropo, de Fantasía
Heroica y Oscura. Luego también hay relatos aquí y allá, en antologías, y la
trilogía La tormenta y el amanecer, de la que ya he hablado.
- ¿De dónde obtienes la inspiración?
De la Historia, como ya
señalé antes. Ahí están todas las historias. Personajes históricos como
Alejandro Magno, Julio César, Gengis Khan, Isabel la Católica o Juana de Arco…
Si no hubieran existido y alguien nos los narrara en un libro ficticio,
simplemente no nos los creeríamos, nos parecerían imposibles. Pero estuvieron
ahí y lo hicieron en la realidad. Así pues, no necesitas otra cosa que la historia
de la gente que realmente vivió y murió en tu mundo, ya sean mendigos o reyes,
para crear buenas historias. De hecho, creo que un autor de Fantasía que quiera
hacer algo sólido y coherente primero tiene que leer mucha Historia. Si no,
queda algo como de cartón piedra, poco creíble.
Y también creo que se
deben leer a los clásicos, a los grandes autores de la literatura universal,
las cien o doscientas mejores novelas que se han escrito y que aparecen en las
listas de siempre. No es que me haya inspirado directamente en ellas, pero te
dejan un poso de profundidad en cuanto a la literatura que no puedes obtener de
otro modo. Incluso aunque quieras escribir novelas ligeras de diversión, tarde
o temprano tendrás que leer a los clásicos, para captar lo vasta que es la
literatura.
- ¿Qué crees que aporta la lectura de tus libros
al lector?
He hablado con algunos
y me dan distintas lecturas. La percepción de un autor sobre su obra es
totalmente distinta a la de un lector. De hecho, después de corregir tres o
cuatro veces la misma novela acabas un poco harto de ella, pierde mucho de la
magia. Alguien te dice que le ha encantado, que es una maravilla, y piensas
¿pero de qué me habla?, ¡jajaja!
Me han dicho que les
gusta mucho el tema de la autosuperación, es decir, que los protagonistas
tengan que vencer obstáculos formidables, no solo en la guerra o la lucha
violenta, sino desafíos emocionales y existenciales, y que se levanten siempre
para seguir peleando por lo que creen. También me han dicho que les encanta la
trama de intrigas políticas. Y por supuesto, la épica de guerras y batallas, de
sangre y violencia (aunque alguien también me ha dicho que se salta las luchas
porque no le aportan nada, así que fíjate…). Incluso me han dicho que la trama
romántica, cuando la hay, está muy bien. Supongo que tratas de hacerlo lo mejor
posible y luego cada lector siente que le ha aportada a él o a ella en concreto
algo que le parece lo más importante de la novela, pero que es cambiante para
cada persona. En todo caso, como siempre digo, lo que trato de aportar es, en
primer lugar, diversión.
- ¿Tienes algún
personaje o acontecimiento favorito?
Supongo que te refieres
a mis obras. Skarrion Gunthar es mi hijo más travieso, pero le tengo mucho
cariño. También me encantan los malvados, los pérfidos, los personajes
realmente bastardos, porque todos alguna vez hemos deseado mandarlo todo al
carajo y hacer lo que nos dé la gana, de manera absolutamente egoísta, sin
ningún escrúpulo moral. Aunque intento darles a los malvados un aire trágico e
incluso heroico, también. En ese sentido, me gusta mucho Urguna Ertalce, de La
tormenta y el amanecer, y los malignos reyes Birger Magne y Yulene Aevar, de la
novela Sangre en el hielo (tercer libro de Skarrion Gunthar).
- ¿De la vida de qué personaje de los creados por
ti te gustaría vivir y por qué?
¡De ninguno de ellos!
Soy una persona pacífica a la que le gustan los placeres civilizados y cómodos:
lectura, cine, conversación, música, hacer deporte, salir a tomar algo con
amigos de vez en cuando, hacer algún viajecito. De ningún modo querría verme
envuelto en batallas, guerras, intrigas política, muerte, calamidades
emocionales y toda esa maraña de inmensos problemas en que están metidos mis
personajes. No tengo alma de un vagabundo aventurero, como Skarrion Gunthar. Soy
como un gato: me gusta que todo transcurra con tranquilidad, de forma cómoda y
predecible. Me encantan las aventuras, pero leerlas, no vivirlas. Si te gusta
la literatura puedes vivir mil vidas y mil aventuras increíbles sin necesidad
de salir de casa.
- Si tuvieras que elegir una palabra para
describir tus libros, ¿cuál sería?
Heroicos.
- De todos tus libros publicados, ¿cuál llevarías
a una isla desierto?
Uf, ni idea. Supongo
que Los siete caballeros, porque es
el que más lecturas y profundidades tiene. Pero si pudiera lo cambiaría sin
dudarlo por un buen manual de supervivencia, ¡jajaja!
- Y por último, ¿Tienes proyectos futuros en
mente?
Sí. Acabo de terminar
la nueva edición (autoedición, mejor dicho), de los tres libros de Skarrion
Gunthar: Los guerreros sin rostro, La maza sagrada y Sangre en el hielo, y voy
a sacarlos a la venta mediante la plataforma Amazon en agosto o septiembre.
Después, supongo que por octubre o noviembre, hay pendiente una obra de relatos
de aventura, terror y fantasía, con Dlorean Ediciones, por la vía del crowdfunding.
A ver si conseguimos los mecenas. Eso es lo que tengo planeado a corto plazo,
que no es poco. Y a largo plazo, me gustaría seguir escribiendo más libros
nuevos de Skarrion Gunthar para
continuar con la serie, siguiendo con obras nuevas a partir del cuarto. Me
gustaría escribir y sacar a la venta al menos un libro por año a partir del
2020. Veremos si se consigue.
Muchas gracias, Andrés, por esta entrevista.
Genial, Andrés fue la inspiración para seguir sus pasos como escritor. Después de haber leído uno de sus cuentos cortos, El Asirio, comprendí que quería escribir aventuras heroicas.
ResponderEliminarOh, me alegra oír eso :D :D
EliminarMagnífica entrevista a un magnífico escritor, al que sigo desde hace muchos años. Como él bien dice, sus libros son, ante todo, entretenidos y absorbentes, de esos que te zambullen de cabeza en la trama y te encuentras de repente junto a los personajes, codo con codo. Pero también hay mucho de Historia y filosofía, como también apunta.
ResponderEliminarPersonalmente destacaría, de su primera época, "El camino del acero", y entre los más recientes "Los Siete caballeros", una auténtica joya.
En mi opinión, Andrés Díaz es un escritor de raza, con imaginación y que ha leído mucho, mucho, mucho.
Gracias por tu comentario ^^ Yo quiero leer una de sus trilogías que me han llamado la atención
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