Reseña: Por un puñado de dracmas, de Iván García y Ruth O'Leary

Por un puñado de dracmas, de Iván García y Ruth O'Leary

Editorial: Grafito Editorial

Formato: Tapa dura

ISBN: 978-84-120092-0-0

Páginas: 136

Precio: 20,00 €

Primeras páginas

Por un puñado de dracmas.

Un cómic de acción para amantes de la Historia en la Grecia Clásica.

En una remota ciudad griega del lejano Epiro sus habitantes se encierran en casa tras la puesta de sol. Un enorme león tiene atemorizada a la región. El Tirano de la ciudad ofrece una cuantiosa recompensa a quien le de caza.

Un mercenario ateniense y un renegado espartano tendrán que unir fuerzas y superar sus diferencias para acabar con la bestia. Pero no todo es tan sencillo, cuanto más avanza la caza nuevas dudas les asaltan. ¿Es realmente una bestia asesina o como comentan sus nuevos amigos, una maldición del Olimpo?

¿Merece la pena enfadar a los dioses por un puñado de dracmas?

VALORACIÓN: 4/5

Si queréis conocer más sobre el libro o donde poder comprarlo podéis pinchar en este ENLACE o sobre la siguiente imagen:

En una polis griego del Épiro la población vive en paz y armonía, pero llevan meses done sus habitantes tienen que encerrarse tras la puesta del sol. La causa es un temible león que da caza a la población. Hasta allí acude un hoplita ateniense llamado Proteas y su sirviente, Bomolokio, para poder ganarse la vida. La polis está llenísima de mercenarios que ansían también cazar a la bestia, ya que el gobernante ha prometido una recompensa por su cabeza. Allí conocen a Leotiquidas, un soldado espartano. Ambos tendrán que dejar sus rencillas de lado, a causa del enfrentamiento entre Atenas y Esparta en la Guerra del Peloponeso, y trabajar codo con codo para acabar con el león.

García hace un magnífico trabajo de narración, jugando con el mito o la superstición y la realidad. Además, aunque parece una historia con una trama simple y fácil, el autor se encargará de darle una serie de giros argumentales dándole mucho más interés a la historia. Al mismo tiempo, esto consigue atrapar al lector. La lectura es muy amena y ágil, con unas conversaciones muy naturales.

En cuanto al apartado artístico, García, con un estilo en ocasiones algo tosco, dota a sus dibujos de muchísima expresividad, especialmente en los personajes. Al mismo tiempo, son viñetas muy bien detalladas, facilitando mucho el poder imaginarse en esa ciudad. En cuanto al color, O'Leary emplea una paleta ocre y terrosa en su mayoría. Es un color muy bien elegido y que pega mucho con la época de la trama.