Entrevista al escritor Álvaro Escudero, autor de El nómada de Ággar
Buenas, bibliotecarios. Hoy os traigo una entrevista a un escritor de fantasía, Álvaro Escudero. Su libro, El nómada de Ággar, fue publicado por Editorial Círculo Rojo. Álvaro Escudero nació en Madrid el Día del Libro de 1985. Ingeniero
informático de día y escritor de noche. Desde siempre ha estado inventando
historias, “con pájaros en la cabeza”, como decían los mayores. Con apenas 12
años empezó a dibujar esas historias en papel, con Marcos, su hermano pequeño,
como principal lector, hasta que descubrió que hacer cómic no era lo suyo.
Desde entonces ha dedicado cualquier hueco libre en escribir, practicar y
formarse en el mundo de la escritura.
Su primera novela corta autopublicada es
Danza de las Esferas. Su relato “Carreteras” quedó finalista en el I Certamen
de relatos de ciencia ficción de la editorial Pulpture, publicándose en la
antología Blazar. Ha publicado también en la Antología Fuenlabrada Fantástica
con la Asociación Cultural Lupus in Fabula, de la que es socio, y en la revista
Ánima Barda. Con El Nómada de Ággar se cumple uno de sus sueños: publicar una
novela. Actualmente vive con su mujer, su perro y un conejo del apocalipsis.
Sus redes sociales
Su obra
Entrevista
- Comencemos la entrevista conociéndote un poco. Cuéntanos
quién eres.
Hola, me llamo Álvaro Escudero y soy escritor.
Todos se levantan en la sala y responden un lacónico
"Hola, Álvaro" mientras sacuden la cabeza con lástima. Otro que está
desperdiciando su vida, parecen pensar.
Aparte de eso, soy informático. Sí, tengo un oficio muggle,
como la mayoría de escritores que conozco (al menos los que comen todos los
días). Me gusta mucho el rollo vikingo, tengo runas tatuadas para
fliparme y suelo llevar un martillo de Thor al cuello, aunque con mi cuerpo
escombro no impresiona demasiado.
Soy friki crónico e incurable. Juego videojuegos, me veo
todas las pelis de Marvel, a poder ser el día del estreno, leo cómics, tengo
figuras de Dragon Ball decorando mi cuarto a pesar de mis 34 años y de estar
casado... ¡Tengo un cuarto! En casa lo llamamos la "Friki
Room" o como a mí me gusta decir, "El Rincón del Vicio". No un
despacho, ni una sala de estar, sino un auténtico refugio donde poder
sobrellevar el Apocalipsis si es que algún día llega. Te puedes imaginar:
mueble con consolas desde la Megadrive hasta la PS4, estanterías repletas de
cómics, un escudo del Capitán América en la pared... Hasta tengo bustos de
Storm Troopers decorados a lo Iron Man, Hell Boy... Una pasada.
- Sobre tus hábitos de lectura, ¿qué sueles leer? ¿Tienes
algún autor o género preferido o lees de todo un poco?
Intento leer de todo,
pero fallo estrepitosamente. Más de la mitad de mis lecturas se
encuadran en el género fantástico o de ciencia ficción. También visito el
género histórico (ya he dicho que soy un enfermo de todo lo que tenga que ver
con los vikingos). También suelo leer divulgación científica, aunque a veces me
queda un poco grande. Admiro mucho a Stephen Hawking, por ejemplo, pero en
algunos capítulos me cuesta entender de qué demonios está hablando.
En cuanto autores, es difícil quedarme con unos pocos:
Brandon Sanderson, Neil Gaiman, Steven Erison, Joe Abercrombie... Metería
también a G.R.R. Martin y a Patrick Rothfuss, pero me tienen cabreado por
razones que todo el mundo que les conozca entenderá.
- ¿Podrías recomendar algún libro que te haya gustado o
marcado?
Siempre pongo el mismo de ejemplo, pero es que no puedo
escoger ningún otro. La Historia Interminable, de Michael Ende. Es el libro que me hizo "clic" en el alma siendo
muy joven, el primero que consiguió que fuese a la estantería en busca de otra
lectura para tratar de repetir la experiencia.
- Como autor, ¿qué es lo que más te exiges a ti mismo?
Uf, pregunta complicada. Cuando alguien compra tu libro, aparte del dinero que se
pueda gastar (que está muy bien), te está pagando con su tiempo. Tiempo de su
vida que va a dedicar en leer algo que tú has escrito. Lo que me exijo no es ni más ni menos que ese tiempo aporte
algo, que marque una diferencia en la persona que me lee. Le podrá gustar más o
menos la historia o los personajes, pero que al menos no considere ese tiempo
perdido.
- ¿Cómo fueron tus comienzos como escritor?
Debió de ocurrir una tormentosa tarde de primavera. Yo era
un joven estudiante de informática con mucha imaginación y seguramente muy
pocas ganas de estudiar. En realidad, la necesidad de contar historias la he tenido
desde muy pequeñito y la escritura fue la herramienta que más equilibraba el
poco talento que pudiese tener con la accesibilidad al formato.
Si se me diese bien dibujar, quizá sería autor de cómic. Si
hubiese tenido medios y conocimiento, habría tirado por guionista de cine. Si
se hubiesen alineado los astros, estaría haciendo videojuegos. Al final, para escribir solo necesitas imaginación, que la
tenía, un procesador de textos y práctica, muuucha práctica.
- ¿Te sientes más identificado con la fantasía, con la
ciencia ficción o con ambas por igual?
Soy informático y eso me convierte en un hombre de ciencia,
más o menos. Pero como también soy una persona llena de contradicciones, me
siento más cómodo con la fantasía porque es más fácil hacer trampas. Eso sí,
siempre intento darle un toque "científico" a la magia.
La ciencia ficción es mucho más difícil de hacer. No vale
con meter robots, naves espaciales y espadas láser. Hay que darle un trasfondo
científico, si no tan solo es fantasía estelar (como le pasa a Star Wars, por
ejemplo). Requiere más trabajo. No descarto hacer algo "ci-fi" más adelante, pero
de momento me encuentro cómodo en el ámbito fantástico, con esos toques
científicos entre bambalinas.
- Háblanos un poco de tu libro.
El nómada de Ággar.
Un nombre chulo, ¿eh? De esos que dan ganas de leerlo. Bromas aparte, por influencias varias y por el propio mundo
en el que vivimos, llevaba mucho tiempo queriendo escribir algo
"Greenpunk", una historia al servicio del planeta.
¿De qué va? Ággar es una versión muy futura de nuestro propio mundo. La
naturaleza está prácticamente extinta, el agua dulce de la superficie se ha
filtrado a depósitos subterráneos y la atmósfera está contaminada por una densa
nube de polvo que vuelve el aire casi irrespirable. Por si esto fuese poco, hay
una enfermedad que está propagándose por los seres humanos que no es más que un
reflejo de la misma afección que sufre el planeta.
En este contexto conocemos al nómada, aunque al principio no
es un nómada. Tiene la habilidad de escuchar la voz del planeta y no le gusta
lo que le está diciendo. La historia es la crónica de un peregrinaje, el viaje que
emprende un hombre a lo largo de la estepa para descubrir la verdad sobre su
don y tratar de encontrar una cura para la enfermedad que está devorando el
espíritu del planeta.
- Tu libro tiene también algunos mensajes ecologistas, ¿no
es así?
Claramente. El mundo que planteo no es más que el resultado
de los excesos de nuestro modo de vida. Aunque mezclo la fantasía con algunos
elementos reales, el futuro que nos estamos fabricando no es muy distinto de
Ággar. Los científicos ya advierten que si no empezamos ya (todos
entendemos el concepto de "ya", creo), para 2030 los efectos de las
emisiones del CO2 pueden ser irreversibles. Irreversible significa que no se
puede revertir, solo por aclarar. Eso significa que no serán nuestros nietos
los que sufran las consecuencias, como siempre hemos creído, sino nosotros.
James Lovelock defendió hace algunos años con su Hipótesis
de Gaia que nuestro mundo funciona con la misma complejidad que un ser vivo. Se
autorregula, se equilibra e incluso tiene un sistema inmunitario. Este
equilibrio, aunque robusto, puede romperse (de hecho lo estamos haciendo con
aterradora efectividad), y si la herida que infligimos es lo suficientemente
grave, todo el sistema se puede venir abajo y, ¡voilá!, mi libro dejaría de
considerarse Ciencia Ficción.
- ¿Qué parte crees que ha sido la más difícil de escribir? Sin
hacer mucho spoiler.
El "worldbuilding", diseño del mundo hablando en
jerga. Ággar es un mundo que nos hemos cargado, una estepa en la que no queda
casi nada. ¿Cómo hacer de un escenario tan vacío algo interesante? La respuesta estaba en los personajes. Una historia se
cuenta a través de los personajes, su forma de afrontar esta realidad, los
conflictos, la manera en la que el ser humano ha tenido que evolucionar. Al
final, de algún modo, conseguí convertir este punto débil en el diseño de la
historia en uno de sus puntos fuertes.
- ¿Qué crees que aporta la lectura de tu libro al lector?
Aporta pesimismo. O un toque de atención. La visión de las
consecuencias finales que pueden llegar a tener nuestros comportamientos
cotidianos. Cada vez se habla más del concepto de "huella de
carbono personal", básicamente, la cantidad de CO2 que, como individuos,
emitimos. Hay incluso páginas web que te permiten calcularla. Me gusta pensar
que con este libro consigo que cada uno sea más consciente de su propia huella,
la que deja en el mundo.
Que por ahorrar diez minutos al día no prefiramos ir cómodos
en coche al transporte público, por ejemplo. Que seamos conscientes de que el
plástico no se biodegrada, que la mayor parte de la energía que consumimos al
día no la necesitamos.
- ¿Tienes algún personaje o acontecimiento favorito?
Sin duda, Banila es mi personaje favorito. Era tan obvio que los lectores de prueba me dijeron que
molaba demasiado. Siempre tenía una solución, siempre arreglaba el día, podía
con todo... No era creíble. Así que la cambié, respetando el personaje, la volví más
humana, le di la capacidad de romperse, de tirar la toalla, de necesitar la
ayuda de los demás. El resultado es uno de los personajes de los que más
satisfecho me siento en mi trayectoria como cuenta-historietas. Y por supuesto, el perro. No habría libro si no fuese por el
perro.
- ¿Qué hay de ti en los personajes?
No quise que el libro fuese una especie de versión mía dando
lecciones, ni que el lector sienta que le están tratando de adoctrinar. Tan
solo es una historia sobre un mundo consecuencia del nuestro, con sus propios
dramas y problemas, para que quien lo lea saque sus propias conclusiones. Por eso no he querido meter mucho de mí en ningún personaje.
El nómada tiene un perro, y yo soy muy de perros; también compartimos algunas
formas de pensar y algunas conclusiones a las que llega son las mismas a las
que llegaría yo. Por lo demás, he intentado que los personajes sean genuinos y
hagan y piensen cosas que a mí jamás se me ocurrirían.
- Si tuvieras que elegir una palabra para describir tu
libro, ¿cuál sería?
Viaje. Como ya he dicho antes, es la historia de un viaje.
- ¿Tienes proyectos futuros en mente?
Los tengo, y ambiciosos. De momento estoy trabajando en
una trilogía de fantasía urbana, nada
tan serio ni pesimista como el nómada, pero también bastante retorcido. Soy muy fan de la saga Final Fantasy, en especial de los que
salieron para la primera Playstation. Siempre me ha dado rabia que no
existieran libros con el tipo de historias que se cuenta en ellos. Así que un
día pensé, ¿lo digo o lo hago? Y en esas estoy.
- Y por último, ¿puedes dar algún consejo a aquellas
personas que quieren escribir pero que no se atreven o a los escritores
principiantes?
Que no lo hagan, ya somos demasiados.
Ahora en serio, y por típico que sea, que escriban algo con
lo que realmente disfruten, da igual qué tipo de historia sea o qué relevancia
tiene en el mercado. Cuando le pones pasión, siempre vas a encontrar tu
público, aunque sea minoritario.
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