Reseña: Hijos de sangre y hueso, de Tomi Adeyemi

Hijos de sangre y hueso, de Tomi Adeyemi

Editorial: RBA

Sello: Molino Juvenil

ISBN: 9788427213418

Formato: Rústica

Fecha de publicación: 12/04/2018

Páginas: 624

Precio: 18€

Zélie Adebola recuerda cuando la tierra de Orïsha desprendía magia. Pero todo cambió la noche en que esta desapareció. Por orden del rey, los maji fueron perseguidos y aniquilados. Ahora, Zélie tiene una oportunidad de devolver la magia a su gente, pero para ello deberá ser más rápida y astuta que el príncipe heredero del trono, que está dispuesto a todo con tal de erradicar la magia para siempre. El peligro acecha en Orïsha, donde los leopardarios de nieve campan a sus anchas y los espíritus vengativos esperan escondidos bajo el agua. Sin embargo, el mayor peligro puede ser la propia Zélie en su lucha por controlar sus poderes.

VALORACIÓN 5/5

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La protagonista de esta historia es Zélie. Esta es una adolescente fuerte, muy impulsiva, bastante decidida y con un claro sentido de la justicia. También es muy independiente. Ella tiene un hermano, Tzain. Este va a ayudar a su hermana en la empresa de devolver la magia al mundo. Es un personaje secundario, pero muy importante. Frente a estos hermanos tenemos a los príncipes mellizos, Inan, el heredero, y Amari. Inan es  muy complejo, uno de estos personajes que al principio uno odia bastante pero que, sin embargo, entiendes sus razones y le coges cariño o aprecio. Amari es algo distinta a su hermano, más semejante a Zélie. La princesa es una joven dulce, fuerte y valiente, pero también tiene un gran sentido de la justicia. De cualquier forma, todos los personajes van teniendo una gran evolución.

Además vamos a encontrar a otros personajes, como Mama Agba, el malvado rey Soren, Roën, Kaea, etc. Todos ellos aportan algo a la trama y tienen su propia personalidad y función.

La trama consiste en una lucha entre Zélie e Inan. Zélie es una joven que ha perdido a su madre cuando era pequeña, pues el rey ordenó asesinar a todos los maji de Orïsha. Un maji es una persona con magia. Desde entonces, la magia ha desaparecido en el mundo. Los hijos de aquellos maji asesinados viven ahora aislados de la sociedad. Años después, esta quiere restablecer la magia y el príncipe heredero evitar que esta vuelva al mundo. Sí es verdad que hay algunos romances que se forman demasiado rápido y que no me han convencido del todo, pero esto no quita nada de valor a la historia.

El mundo que ha creado la autora es extraordinario. Orïsha es un mundo totalmente creíble, con una población, unas creencias, unos dioses (sacados del panteón yoruba, procedentes del África Occidental), unos dialectos, una cultura que bebe de la nigeriana. También es un mundo dotado de leyendas y de historias. Los maji también están divididos en clanes y la autora nos relata cómo se crearon, cada uno con sus poderes y sus relaciones con las deidades.

La escritura de Adeyemi es muy completa y fluida. En ningún momento se hace pesada y va transmitiendo muchas sensaciones diversas a lo largo de las páginas. También es un relato cargado de valores, como la amistad y la lealtad, de frustración, de incertidumbre solo lo que te va a deparar la vida, etc. Una escritura, en mi opinión, exquisita.

Por último, me ha encantado que la autora haya creado un libro que beba de la cultura africana, ya que estamos muy poco acostumbrados, y que sea una alabanza contra todo el menosprecio, segregación y prejuicios contra la población negra. Todo esto lo explica mucho mejor la propia Adeyemi en su nota final.

En conclusión, es un libro con una historia muy bien construida, una ambientación impecable y con unos personajes muy fuertes que van teniendo una considerable evolución a lo largo de las páginas. Una escritura completa y fluida y que engancha de inicio a fin. Tiene además una característica singular muy atrayente, y es que bebe de la cultura africana. Tanto es así, que la protagonista pretende romper con la segregación racial hacia la población negra. En definitiva, un buen libro para todos los amantes de la fantasía.