Entrevista a los escritores Lola Basavilbaso y Luis Constante, autores de fantasía
Buenas, bibliotecarios. Hoy os traigo una entrevista muy especial. ¿Y por qué es especial? Pues porque por primera vez vamos a ver cómo es un libro escrito a cuatro manos. Para ello hemos entrevistado a dos escritores: Lola Basavilbaso y Luis Constante. Además, en sus obras, podéis pinchar en las portadas para tener más información (sinopsis, precio, páginas, dónde comprarlo, etc.) y en sus redes sociales para seguirles los pasos.
Lola Basavilbaso Gotor (Zaragoza,
1985) y Luis Constante Luna (Madrid, 1985) se conocieron mientras estudiaban
Historia del Arte en la Universidad de Zaragoza. Juntos comenzaron sus estudios
de doctorado en Roma, donde asentaron los cimientos de Erhis, un mundo
fantástico en el que volcaron de forma creativa su interés y su afición por la
literatura, la historia, el arte y la filosofía.
En 2015 publicaron La estrella se
alza en el cielo, primera novela ambientada en Erhis, que en 2017 recibió el I
Premio Caligrama en la categoría Promesa. Con Las estepas de Avok exploran las
posibilidades y límites del género fantástico, en un esfuerzo por armonizar los
modelos más clásicos con las últimas propuestas.
En la actualidad residen con sus
gatos Fili y Nala y su perro Rusty en Zaragoza, donde siguen trabajando y
escribiendo para ampliar con nuevas historias los horizontes de Erhis.
Lola Basavilbaso: Luis Constante:
- Para aquellos que no
os conozcan, contadnos algo de vosotros.
Somos Lola Basavilbaso y Luis
Constante, dos escritores de Zaragoza amantes de la historia, el arte y la
literatura. Actualmente estamos embarcados en la aventura de dar a conocer
nuestra segunda novela, Las estepas de
Avok. Coincidimos en el primer curso de Historia del Arte y desde entonces
llevamos muchos años compartiendo escritura, aficiones y aventuras, además de
un pequeño piso junto a nuestros gatos Fili y Nala y nuestro perro Rusty.
- Sobre vuestros hábitos de lectura, ¿qué soléis leer? ¿Tenéis algún
autor o género preferido o leéis de todo un poco?
Aunque escribimos fantasía, nos
gustan muchos géneros e intentamos intercalar todo tipo de lecturas. Como
autores, siempre hemos pensado que si te alimentas de un único género acabas
replicando todos sus tópicos sin demasiada consciencia.
Lola: Últimamente he leído sobre todo novela ambientada en la
prehistoria: La canción del bisonte y
otros libros de Antonio Pérez Henares, y ahora acabo de empezar Medio Rey, de Joe Abercrombie. Mis
autores favoritos, si tengo que elegir, son J. R. R. Tolkien, Miguel Delibes y
León Tolstói.
Luis: La verdad es que mis últimas lecturas forman un itinerario
algo extraño: desde El poder del perro
de Don Winslow hasta Anna Karenina,
que estoy leyendo actualmente, pasando por La
fortaleza de la perla, segundo libro de Las
Crónicas de Elric. Elegir autores me resulta muy difícil, pero si tuviera
que hacerlo elegiría J. R. R. Tolkien, Alejandro Dumas y León Tolstói.
- ¿Cómo os conocisteis y decidisteis escribir juntos?
Nos conocimos el primer año de carrera
y conectamos inmediatamente. Nos dimos cuenta de que compartíamos muchísimas
aficiones, entre ellas leer y escribir. Era el año del estreno de El Retorno del Rey y los dos llevábamos
un cuelgue enorme con Tolkien. Su obra copaba gran parte de nuestras
conversaciones en la cafetería de la facultad (no, no fuimos mucho a clase ese
curso). Se podría decir que la fantasía ha estado presente desde el principio
de nuestra relación, como escritores y como pareja.
Durante años escribimos cada uno
nuestras cosas (relatos, cuentos, algún intento de novela...), pero cuando
surgió la idea de escribir Êrhis
tuvimos claro que debíamos hacerlo entre los dos, pues era fruto de intereses,
ideas e inquietudes comunes. El universo en el que transcurre (y que le da
nombre) es obra de ambos y nunca pensamos que se pudiera escribir de otra forma
que no fuera juntos.
- ¿Cómo fueron los comienzos como escritores?
En realidad, aunque hemos publicado
dos novelas, todavía estamos «en los comienzos», o así lo vemos nosotros. Pero es
cierto que con Las estepas de Avok
parece que las cosas empiezan a cambiar. Cuando publicamos Êrhis I nos asomamos por primera vez a la inmensidad del océano
editorial y nos dimos cuenta de lo dificilísimo que es hacerse un hueco, más
aún con una novela de 900 páginas. Eso desmoraliza un tanto, aunque no perdimos
las ganas de seguir escribiendo y continuar la historia de Êrhis. El Premio Caligrama que recibimos en 2017 nos dio nuevas
esperanzas y también nos abrió algunas puertas, gracias a las cuales publicamos
Las estepas de Avok. La lección que
hemos aprendido es que el tesón es tanto o más importante que la inspiración.
- Es difícil hacer un libro a cuatro manos, ¿tenéis alguna técnica?
¿Uno escribe un capítulo y se lo pasa al siguiente o lo escribís todo a la vez?
Por lo que hemos visto, lo más
habitual en los libros escritos a cuatro manos es repartirse el texto, ya sea
por capítulos, por tramas o por secciones. Nosotros sin embargo decidimos
escribirlo todo juntos. Es un proceso más lento, pero por otro lado te asegura
un primer borrador más pulido, porque ya ha pasado dos filtros.
Nuestra técnica, si se le puede
llamar así, requiere una planificación de la trama con mucho detalle para pasar
a organizarla y estructurarla definiendo actos, puntos de inflexión, etc. y,
posteriormente, dividirla en una sucesión de escenas que compondrán los
distintos capítulos. Así logramos una base sólida y acordada desde la que
empezar a trabajar, lo que nos permite comenzar la escritura con una idea clara
del itinerario, aunque en ocasiones la historia o el proceso creativo te llevan
por caminos imprevistos que nunca dudamos en explorar. La escritura propiamente
dicha la realizamos entre los dos simultáneamente, por lo que cada frase está
acordada por ambos. Por eso el estilo es homogéneo, porque es una única voz
aunque salga de dos gargantas (o de cuatro manos).
- En caso de disputa, ¿cómo elegís quién tiene razón?
Como somos pareja desde hace mucho
tiempo nos conocemos y entendemos muy bien, así que no hay demasiadas disputas.
Cuando nos ponemos a escribir siempre empezamos un poco despacio, pero
normalmente pronto entramos en sintonía y la cosa fluye. Es verdad que a veces
uno de los dos está muy convencido de una frase, de una palabra, de un párrafo
o incluso de una idea que al otro no le gusta y entonces nos enzarzamos en un
tira y afloja hasta que logramos alcanzar el acuerdo. Hay
que saber ceder para poder avanzar.
- ¿Podríais actualmente diferenciar quién escribió qué cosa?
Imposible... Excepto algunas frases
sueltas o algunas intervenciones concretas de los personajes, todo es obra de
los dos. Sí hay algunos pasajes en los que uno estaba más inspirado que el otro
o tenía más clara la idea y llevaba el peso de la redacción, pero en cualquier
caso el texto fue escrito por ambos.
Como en nuestros libros la
colaboración y el acuerdo parte desde las ideas iniciales, todo lo que cada uno
aporta no son más que partes que dan forma a un conjunto mayor que nos
pertenece por igual.
- ¿De dónde obtenéis la inspiración?
Es difícil saberlo, porque la
inspiración no suele ser consciente. Normalmente es a posteriori, al reflexionar sobre tal o cual pasaje, cuando caes
en la cuenta de que tiene algo de una película que te gustó, de un libro que
leíste o de algo que te ocurrió. Irremediablemente, las historias que más hemos
disfrutado tanto en la literatura como en el cine nos han marcado de alguna
manera, y de muchas de ellas, si lo analizáramos, podríamos encontrar alguna
huella en nuestras novelas.
Una influencia algo más consciente
es nuestra formación como historiadores del arte. A la hora de pensar las
distintas culturas de Êrhis, sus religiones, sistemas de gobierno, sociedades,
arte, pensamiento, incluso vestimentas, acudimos a lo que conocemos de épocas
pasadas, pero tratando siempre de adaptarlo a la realidad y las
particularidades de Êrhis. Desde el principio nos hemos esforzado por dar forma
a un mundo verosímil y autónomo con independencia de las influencias.
También los paisajes que hemos
disfrutado viajando, especialmente los de nuestra infancia, aparecen en las
novelas. En Las estepas de Avok no
tuvimos que irnos muy lejos, porque gran parte del paisaje que rodea Zaragoza
podría estar habitado por los jinetes kitanna...
- “Las estepas de Avok” es una novela independiente ambientada en el
mismo universo de Êrhis, ¿para cuándo la segunda parte de Êrhis?
Desde que publicamos Êrhis I. La estrella se alza en el cielo
nunca hemos dejado de trabajar en su continuación. Lo que ocurrió es que las
tramas son tan complejas y la historia debe crecer de tal manera que pasamos
muchos meses planificando y planificando, sin escribir una sola línea. Y
planificar es interesante, pero escribir es mejor. Así que cuando un día por
casualidad nos surgió la idea de Las
estepas de Avok pensamos que sería bueno para nosotros aparcar por un
momento Êrhis II y retomar el
contacto con la escritura. Y creemos que fue un acierto, porque no solo hemos
crecido como escritores, sino que ahora
tenemos la cabeza mucho más fresca y las ideas para Êrhis II brotan con mucha más claridad.
No podemos dar una fecha, pero
esperamos que no se demore mucho. Y en cualquier caso, para quien lea Êrhis I y se quede con ganas de más, ahí
está Las estepas de Avok, que aunque
es una historia independiente transcurre paralelamente y tiene algunos puntos
en común.
- ¿Qué creéis que aporta la lectura de vuestros libros al lector?
La fantasía actualmente se
encuentra en un momento muy interesante, pues no solo determinadas obras están
trascendiendo el público tradicional del género, sino que existen además
numerosas propuestas e interpretaciones dentro de este. La fantasía clásica,
con sus temas y enfoques, parece haber perdido terreno frente a la ambigüedad y
la crudeza de una fantasía más oscura y «realista». En nuestras novelas hemos
intentado aunar ambas: son historias en las que la dureza y el verismo
envuelven ideas y argumentos más clásicos; buscamos el contraste entre el
ritmo, la lucha y la desgracia con el sabor esperanzador y maravilloso de los
viejos cuentos y leyendas.
Quizás lo más interesante es que no
se trata de novelas surgidas estrictamente desde el género fantástico al que
pertenecen. Con la intención siempre puesta en contar algo más que en crear un
mundo, en ellas hemos volcado consciente e inconscientemente intereses e
influencias muy variados. En Êrhis conviven el caballero y el pastor, las
ruinas olvidadas y los negocios de los mercaderes, la narración de cruentos
combates y la descripción de suntuosos ropajes, ideales, mentiras, traiciones,
romances...
- ¿Tenéis algún personaje o acontecimiento favorito?
Lola: Mi personaje preferido en Êrhis
I es Miriek Miriath-ner, príncipe de Herthnara, que tiene tantos
admiradores como detractores entre los lectores por su fanfarronería. En Las estepas de Avok es el capitán
Kelaion Egion, un hombre áspero y severo; por lo que estamos viendo no genera
mucha simpatía en los lectores, pero a mí me encanta.
Respecto a acontecimientos, me
cuesta mucho elegir, pero en Êrhis I
me emociona especialmente la parte de Hirvalmer en los Picos del Norte. Mi
pasaje favorito de Las estepas de Avok
no puedo decirlo sin destripar algo muy importante en la historia...
Luis: De Êrhis I sin duda
me quedaría con el príncipe de Tigur, Fuçian Hasir Marequ, en el que conviven
una confianza desmedida, un comportamiento caprichoso y una determinación
sorprendente. De Las estepas de Avok
elegiría a Silas Xianà, un personaje algo controvertido pero que sorprenderá a
más de uno.
Respecto a los pasajes, de Êrhis I me viene a la cabeza cierto
reencuentro dramático que se da en el final de la novela (que no desvelaré) y
de Las estepas de Avok la noche en
que los protagonistas comparten algunos poemas y canciones que, pienso, revela
mucho de ellos.
- ¿Y cuáles son los que menos?
Lola: A todos los personajes les tengo
cariño, incluso a los malos. Son como hijos descarriados: te hacen sufrir, pero
los quieres igual. Si tengo que elegir, de Êrhis
I mencionaría a Zarat Çusa Anaqe, hombre de confianza del príncipe Fuçian,
que como individuo es despreciable, pero como personaje me encanta. De Las estepas de Avok elegiría a Āka,
caudillo de los odemi, al que llaman «Cazador de hombres».
Luis: En esta galería de infames situaría, de Êrhis I, a los componentes de la Arjantunnu de Herthnara, una
triarquía formada por soberanos que se muestran bastante inoperantes y cortos
de miras. De Las estepas de Avok
elegiría a Ura, la kamu de los kitanna, porque me da miedo.
- Y por último, ¿Podéis dar algún consejo a aquellas personas que
quieren escribir pero que no se atreven o a los escritores principiantes?
Primero debes preguntarte si
quieres que te lean. Escribir para uno mismo es un ejercicio estupendo que
sirve para conocerse mejor, desfogarse, aclarar la cabeza o simplemente
fantasear transformando las historias de otros. Es algo muy válido y útil, pero
sacar tus textos a la luz y exponerlos a la opinión de otras personas es muy
diferente. Hay que estar muy convencido de lo que se está haciendo para no
abandonar ante la primera mala crítica.
Si estás convencido, entonces
adelante: échale horas y esfuerzo, escribe, relee, corrige, reescribe y vuelve
a releer. Ten confianza en tus ideas, pero no en tu redacción: probablemente el
primer borrador se pueda mejorar (y mucho). Y el segundo también. Por hablar de
nuestra propia experiencia: cuando ya habíamos puesto el punto y final a Êrhis I releímos la primera parte del
libro y decidimos reescribirla prácticamente entera. Unas 300 páginas. Se nos
hizo muy cuesta arriba, pero mereció la pena.
Resumiendo: si quieres escribir,
ten claro que tendrás que ser constante y perseverar. A partir de lo que
nosotros hemos aprendido, es el mejor consejo que podemos dar.
Por último, muchísimas gracias, Lola y Luis, por vuestro tiempo, dedicación y aceptación de esta entrevista. Creo que con ella, no solo podremos conocer vuestras obras, sino también todo el trabajo que hay detrás y a vosotros como escritores y lectores. Muchas gracias.
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