Reseña: Yo fui guía en el infierno, de Gerard Miquel

Yo fui guía en el infierno, de Gerard Miquel

Editorial: Desfiladero Ediciones

Colección: Otranto Gráfica, nº. 1

ISBN: 978-84-946142-3-1

Publicación: 2017

Formato: rústica con solapas. Bitono

Páginas: 112

Precio: 14,90€

Booktrailer

Entre el relato histórico y la aventura fantástica, el viaje iniciático del botánico Cavanilles y un guía local en tierras alicantinas, emprendido en 1792 por encargo de Carlos IV.

‘Yo fui guía en el infierno’ adapta en viñetas la premiada novela homónima de Fernando Arias a través del trazo estilizado de Gerard Miquel. Ambientada en el siglo de las luces, plantea una lucha entre la Ilustración y el oscurantismo, entre la luz y la sombra. Se difumina la frontera entre realidad y ficción, en un sofisticado cóctel que aúna relato histórico y aventura fantástica.

VALORACIÓN: 4,5/5

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Esta novela gráfica nos traslada al año de 1792 en Alicante, concretamente a Hoya de Castalla. En esa villa vive Ángel, conocido entre sus vecinos con el diminutivo de Angelet. Es un chico de 15 años y medio, huérfano de madre y, aunque parezca mentira dada su condición humilde, versado en las letras y con una cultura bastante buena. Este va a recibir el encargo de su padre de ser el guía de un botánico ilustrado y señor abate llamado Cavanilles. Este está confeccionando una guía de plantas por encargo del rey Carlos IV. Lo que parece ser un trabajo sencillo, va a resultar ser una experiencia escalofriante.

En primer lugar hallan en un pueblo un suceso raro y, aparentemente, paranormal. Allí los habitantes están congregados en el cementerio donde hay un cadáver exhumado, el de un hombre que llevaba un año entero enterrado. Este aparece sin signos de descomposición, haciendo gemidos y sangrando. Cavanilles da una respuesta científica y lógica, a lo que es tachado de hereje. De pronto, todas las tumbas comienzan a gemir. A esto se le añade la rápida vejez de Penélope, prima de Ángel. Esta ha pasado en una sola semana de ser la joven más bella del lugar a una anciana. Pero esto no es lo más raro. Más adelante descubrirán a un cazador siniestro que come lobos, unos ojos que los van persiguiendo, tres mujeres viviendo solas en una casa en medio de la nada, muertos sin sangre en sus cuerpos y leyendas de vampiros.

Esta novela gráfica es la adaptación en cómic de la obra de su mismo nombre y escrita por Fernando Arias. Es una historia que mezcla hechos históricos con supersticiones y toques de fantasía oscura. De hechos históricos tenemos, en primer lugar, a Cavanilles, que realmente existió y realizó una guía de plantas para Carlos IV. También un personaje que sale de pasada, el barón de Bourgoing, el embajador francés en España. También hay una lucha entre la Ilustración y la religión, entre las creencias y la ciencia. A Cavanilles lo tachan de hereje por sus conocimientos sobre la ciencia y la anatomía humana, pese a que él fue clérigo en su pasado, y así se defiende él.

En cuanto al apartado gráfico, las líneas de los dibujos son muy claras y hay un toque caricaturesco en las facciones de los personajes. Miquel juega mucho con el color, pues emplea el bitono de colores ocres, a la vez que juega con las luces y las sombras, especialmente de aquellas escenas más aterradoras. A su vez, también usa mucho las onomatopeyas de sonidos. También podemos apreciar una notable influencia de la literatura de terror gótico decimonónico (por ejemplo, de Drácula).

Por último, me ha llamado mucho la atención el tratamiento social que da Miquel en esta novela gráfica. Vamos a encontrar dos tipos de estratos: los señores y los pueblerinos. Los señores salen representados altos, bien vestidos, muy estirados y refinados. Los pueblerinos aparecen toscos, incultos y muy brutos. Es la típica imagen de la sociedad de la España más profunda, típica de la época.

En conclusión, una novela gráfica basada en el libro de su mismo nombre. Una historia donde se nos presenta la sociedad española más profunda del siglo XVIII y sus luchas y debates con la Ilustración. Una novela gráfica que une historia, superstición y leyendas con fantasía oscura y un toque de terror decimonónico. Unas ilustraciones simples, sencillas, caricaturescas pero con un bonito juego de luces y sombras y un empleo bitonal de colores ocres. Una edición impecable y bien cuidada. Un buen acierto para los amantes de lo paranormal y de las novelas gráficas.