lunes, 18 de junio de 2018

La literatura vampírica: su evolución desde Drácula (Parte V)

La literatura vampírica: su evolución desde Drácula

2. El vampiro: habilidades y poderes

Con esta nueva vida, el vampiro va adquiriendo nuevas habilidades que, o bien no tenía en su forma humana o bien se revitalizan en su forma vampírica. Nos referimos a la agilidad, la rapidez, el sentido de la orientación y la supervivencia, la vista, el oído y el olfato, los grandes reflejos, la gran resistencia, la fuerza, etc. En Gothika, Analisa descubre sus nuevas habilidades del siguiente modo:

“Una de las primeras cualidades que descubrió acerca de su nuevo estado fue que había cobrado una asombrosa agilidad. Tras probar la sangre de la niña comprobó que era capaz de correr y saltar de manera sorprendente. (…) Otra de las cosas que averiguó fue que había desarrollado la capacidad de ver a la perfección en la más absoluta oscuridad. Esto, junto con su nuevo sentido de la orientación, le permitió buscar refugio en un antiguo molino derruido” (1).

En la saga Crepúsculo, los vampiros pueden correr a más de ciento sesenta kilómetros por hora (2) y son capaces de levantar objetos muy pesados, hasta cien veces más pesados que sus propios cuerpos. La piel de estos es mucho más dura que el granito, lo que se traduce en que sus cuerpos sean prácticamente indestructibles.

El vampiro ejerce una gran influencia sobre su víctima, como podemos ver en el ejemplo claro de Berenice: “luché en vano contra su extraña e irresistible influencia [los dientes de Berenice] (…). Los ansiaba con un deseo frenético (…). Ellos, ellos eran los únicos presentes a mi mirada mental” (3), nos dice el protagonista.

La mente y su control es propio de la estirpe de los señores de la noche: los vampiros. Raro es aquel que no posea este poder, aunque los hay como ya mencionaremos a continuación. Por poner primero un ejemplo, Analisa ejerce sobre Violeta, una humana que se convierte en criada de la no muerta, un poder descomunal. “Víctima de un terrible ‘hechizo’, Violeta hizo todo cuanto Nébula [Analisa] le ordenó” (4). Este poder mental está reforzado por la voz: “su voz era firme, pero suave. El poder de su mirada era hipnótica y su voz… Aquella voz sonaba como un arrullo, como una canción de cuna” (5).

Pero no solo puede manejar con la mente a sus víctimas o a los humanos, sino que también puede leerles los pensamientos (6) y crearles visiones en sus cabezas, que las víctimas creen reales: “así funcionaba el poder manipulador de los vampiros: eran capaces de recrear las ilusiones más poderosas y atractivas con tal de hacerse con el control de lo que les interesaba. (…) Cuanto más antiguos eran los vampiros, más poderosos se tornaban” (7). El poder mental de los vampiros aumentan con el paso de los años: “los vampiros antiguos, como Ana, eran capaces de introducirse en la vida de las personas hasta extremos insospechados, consiguiendo anular sus voluntades por completo” (8).

Stefan Salvatore también puede leer los pensamientos, o al menos notar sus presencias, y controlar a la gente mirándole a los ojos, haciendo con estos lo que el propio vampiro le apetezca. Los pensamientos también lo leerá mentalmente Edward Cullen, mientras que Aro de los Vulturis ve todo pensamiento que ha tenido esa persona simplemente con el roce de su piel.

Ante un ataque, el vampiro crea una idea mental falsa, en ocasiones un sueño, a su víctima para tapar su propia presencia. Es el caso del ataque de Vickie por un vampiro, ataque relatado por ella misma:

“Estábamos en la iglesia…, fue horrible. Apareció… como neblina todo alrededor. Neblina oscura. Y ojos. Vi sus ojos en la oscuridad, ardiendo. Me quemaron… (…). Dick y yo… estábamos solos. Estábamos… y entonces de repente todo se oscureció a nuestro alrededor. No podía correr. Elena dijo que la tumba se había abierto. A lo mejor fue de ahí de donde salió. Fue horrible…” (9).

Este método de ataque es el que también sufre la joven Olivia, la cual cree que lo ocurrido también ha sido una pesadilla:

“mi sembrava di sentire i cani abbaiare giù ne casotto: da un po’ di tempo a questa parte non fanno che ululare la notte, chissà perché... Forse sentire i cani durante il sonno mi ha fatto sognare quei denti... delle zanne bianche e affilate. Mi sembrava di vedere quei denti scendere su di me, e una bocca rossa, fiammeggiate, dalla quale alitava un respiro caldissimo, amaro, rovente. Occhi rossi come quelli di una belva, ardono nel mio sogno, e poi provo una specie di dolore, una fitta acuta alla gola che fa male ma, al tempo stesso, reca piacere” (10).

Ni siquiera esto cambia en la literatura juvenil, en El vampiro vegetariano también lo vemos, pues el señor Oliva “había tenido una extraña pesadilla: algo o alguien, una informe sombra negra, entraba en su habitación por la ventana y se acercaba lentamente a su cama, donde él yacía boca arriba sin poder moverse, paralizado por el terror. Y luego la sombra negra se inclinaba sobre él” (11). Al despertarse, el señor Oliva tenía un pinchazo en la vena de la muñeca, oculto bajo el reloj de oro y estaba francamente pálido.


3. El vampiro: métodos para su eliminación

Es cierto que se puede eliminar a un vampiro, destruirlo para siempre. Para ello hay básicamente dos métodos posibles: método tradicional y método moderno. El primero es el típico: la estaca de madera en el corazón. Hoffmann nos dice que “para volver inofensivo uno de estos seres [los vampiros] hay que desenterrarlo y atravesarle el corazón con una estaca y convertir su cuerpo en cenizas” (12). De nuevo será Davidson el que nos ofrezca una mayor información con respecto a los métodos para eliminar un vampiro:

“Se si vuole distruggere definitivamente un Vampiro, è neccessario che la pseudo-vita del suo corpo morto abbia fine, e c’è soltanto un modo perché ciò avvenga. E cioè, trovarse il corpo di giorno mentre giace immobile e indifese e piantarghi un paletto di legno nel cuore, completando l’opera di distruzione con il taglio della testa (...).La sola arma efficace e conclusiva (...) è l’uso di un paletto o di una lama d’acciaio: l’unico sistema per dare al Vampiro una morte completa” (13).

En La dama pálida (14) se nos dice también que un vampiro muere al clavarle una estaca en el corazón y después quemando su cuerpo. Pero también un vampiro puede morir por la gran pérdida de sangre, hecho que iba a pasar con Vlad (15). El cuerpo de un vampiro se descompone, se hace polvo, al ser desenterrado y rociado con agua bendita y tras recibir la señal de la cruz (16).

En la saga Crepúsculo encontramos otro método. Para poder eliminar a un vampiro hay que cortarle la cabeza y descuartizar su cuerpo. Si queremos que esta eliminación sea definitiva tenemos que quemar su cuerpo, pues tiene la habilidad de regenerarse.

Por último, la música no puede acabar con ellos pero sí los puede neutralizar o, al menos, volverlos un poco más dóciles. Al igual que pasaba con la legendaria Elisa, “lo único que puede calmar a un vampiro enfurecido es cierto tipo de música, como la Sinfonía Pastoral de Beethoven o algunos conciertos de Vivaldi” (17).
CONTINÚA 

NOTAS

(1) Tahoces, Clara: Gothika…, pág. 166.
(2) MEYER, Stephenie: Saga Crepúsculo: Guía oficial ilustrada…, pág. 71.
(3) Poe, Edgar Allan: Berenice…, pág. 39.
(4) Tahoces, Clara: Gothika…, pág. 71.
(5) Ob. cit., pág. 96.
(6) Para esto ver Tahoces.
(7) Tahoces, Clara: Gothika…, pág. 117.
(8) Ob. cit., pág. 281.
(9) Smith, L. J.: Despertar…, págs. 116-117.
(10) Davidson, Hugh: Il signore dei vampiri..., págs. 36-37. Nuestra traducción: “Me parecía oír los ladridos de los perros hacia abajo en la caseta, desde un tiempo en esta parte no hacen más que aullar en la noche, quizás porque... Tal vez oír los perros durante el sueño me hizo soñar con esos dientes... de colmillos blancos y afilados. Me pareció ver esos dientes encima de mí, y una boca roja, llameando, de la cual salía un aliento ardiente, incandescente. Los ojos rojos como los de una fiera, ardiendo en mi sueño, y entonces siento una especie de dolor, una punzada aguda en la garganta que me da dolor, pero al mismo tiempo, me da placer”.
(11) Frabetti, Carlo: El vampiro vegetariano…, pág. 40.
(12) Hoffmann, E. T. A.: Vampirismo…, pág. 64.
(13) Davidson, Hugh: Il signore dei vampiri..., págs. 16-17. Nuestra traducción: “Si se quiere destruir definitivamente a un vampiro, es necesario que la pseudo-vida de su cuerpo muerto haya acabado, y sólo hay un modo para que esto suceda. Es decir, encontrar el cuerpo durante el día mientras yace inmóvil e indefenso y clavarle una estaca de madera en el corazón, completando el trabajo de destrucción cortándole la cabeza (...).La única arma eficaz y concluyente (...) es el uso de una estaca o una hoja de acero: el único sistema para dar al Vampiro una muerte completa”.
(14) Dumas, Alexandre: La dama pálida…, pág. 116.
(15) Frabetti, Carlo: El mundo flotante…
(16) Gautier, Théophile: La muerta enamorada…
(17) Frabetti, Carlo: El mundo inferior…, pág. 29.

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