Reseña: Reino de Drakon, de Salvador Javier Bermejo Vázquez

Reino de Drakon, de Salvador Javier Bermejo Vázquez

Editorial: Editorial Círculo Rojo

Fecha de publicación: 1 octubre 2018
Formato: Tapa blanda con solapas

ISBN: 9788413048208

Páginas: 100

Precio: 15,00 €

Clara y Andrés, dos hermanos que viajan de un lado a otro debido al trabajo de su padre, llegan a un lugar nuevo, donde descubren un pasadizo que les llevará a otro mundo, en el cual, conocerán numerosas criaturas y se enfrentarán a un tirano llamado Drakon. Una aventura plagada de simpatía, emoción, de batallas y de mucha fantasía.

VALORACIÓN: 3,5/5

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Clara y Andrés son dos niños que se mudan a una nueva casa con sus padres. Investigando el sótano de la casa encuentran los restos de un mapa que no pertenece a nuestro mundo. Cuando siguen investigando más descubren en hueco en la pared y allí, un enano atrapado y moribundo. Este le da un objeto y le dice que necesita la ayuda de los dos hermanos para salvar su mundo. Los dos cruzan un túnel y llegan a un país habitado por elfos, hadas y humanos. Este mundo está amenazado por Drakon, un rey oscuro que quiere arrasar con todo. La guerra se avecina. La última batalla de los pueblos libres.

Esta brevísima novela narra una historia de fantasía infantil. Podríamos asimilarlo con un cuento de hadas oscuro. Los protagonistas son Clara, una niña de 12 años, y Andrés, de 10. Son personajes muy infantiles y que no consiguen tener una evolución a lo largo de la novela (en parte debido a la brevedad del libro). Después tendremos unos cuantos personajes más, como Lintur (antiguo rey de los humanos), Yutu (rey de las hadas), etc. Drakon es el villano del libro, pero realmente no conocemos nada ni tenemos muchos datos. Es un villano porque nos lo dicen, pero el lector no lo aprecia en la lectura (por lo que no se le puede coger recelo).

Del mundo conocemos poco. Sabemos que hay cuatro reinos (aunque el élfico nunca sale). Los enanos comienzan en un páramo helado, obligados a exiliarse de su antiguo hogar. Por el contrario, el de las hadas está lleno de vegetación y agua. Sabemos, además, que los reinos están conectados por túneles y pasadizos. Existen criaturas mágicas, como unicornios voladores, cíclopes, orcos y brujos, y la magia y objetos encantados.

El ritmo es muy acelerado. Todo pasa muy rápido y no hay ningún problema por el camino a los que los protagonistas les cueste enfrentarse. Quiero decir que sí, tienen algunos inconvenientes y un cierto peligro, pero siempre salen airosos (incluso en los momentos más poco comunes). De ahí que sea una historia más enfocada a un público infantil puramente. El ritmo, por la brevedad, es muy acelerado, demasiado. No es posible coger cariño a nadie ni conocerlos en profundidad.

Como puntos negativos, se nota que es una obra prima a la que hay que hacerle algunos retoques en la narración. Además mejorar las conversaciones para hacerlas más naturales y menos forzadas. Por último, la portada. Aunque es maravillosa, puede confundir y creer al lector que es una historia de fantasía oscura para adultos, lleno de guerras y violencia. Puede crear una serie de expectativas que luego no coinciden, porque ya digo que es más bien un cuento de hadas algo oscuro.